En la Capilla de Velación de la Iglesia Sagrado Corazón se respiraba un ambiente de paz, cariño y serenidad a pesar de que los familiares y amigos de Francisco Chavarría, mejor conocido como el “Purrujo”, le estaban dando el último adiós.
La misa para despedirlo será hoy a las 9 a.m. en la misma parroquia donde fue velado para pasar luego al cementerio de Tibás, cantón en el que vivió por muchísimos años antes de irse a vivir a Coronado.
Un detalle que tuvieron sus compañeros del Decano Nacional fue ponerle la fotografía de su actriz favorita, Ava Gardner ,la cual besaba cada noche antes de irse, eso sí, dejando el trabajo adelantado porque si había alguien cumplido era Paquito. Además le pusieron un mensaje en su ataúd el cual se leía “Hasta luego Paco” y venía acompañado de la caricatura de la Purruja, quien por más de 25 años lo acompaño.
AMABA LO QUE HACÍA
A este hombre, quien desde 1988 tuvo en sus manos y en su cabeza la confección de la sección de humor de la Prensa Libre, conocido como “La Purruja” el cual con un humor muy fino y de chota le decían las verdades. A más de uno lo recordarán como todo un caballero al que nunca se le veía de mal humor y mucho menos diciendo una grosería.
Los que lo conocía sabía que amaba su trabajo y prueba de ello es que sin importar si era fin de semana o feriado, si le hacía falta terminar alguno de sus dibujos se le veía por la redacción de la Prensa Libre y se iba hasta terminar. De hecho, más de uno vez solo él quedaba en el lugar, pero eso poco le importaba.
BAILARÍN DE ANTAÑO
Sus hermanas no pueden evitar pensar en que Paquito era su fiel acompañante cuando estaban jóvenes y había que ir a bailar y es que él lustraba la pista con su pasos de baile, claro,siempre vestido de traje entero y con zapatillas bien limpias para dejar como loca a más de una, que a pesar de los tiempos perdían la vergüenza y lo sacaban a bailar.
Pero no solo ellas tienes grandes recuerdos de este diseñador creativo que pasó por varios medios de comunicación de este país, sus compañeros de trabajo no pueden evitar pensar en las grandes muestras de cariño que les daba a diario ya fuera con una palabra bonita, una flor o con un tierno beso en la frente, la cual le recordaba a más de una a ese papá cariñoso que se preocupa por sus hijos.