El incremento de ¢131 por litro en el precio del diésel amenaza con paralizar el servicio de buses, dado que las empresas autobuseras no dan abasto para continuar pagando sumas considerables de dinero por el hidrocarburo.
La advertencia fue realizada por la Cámara Nacional de Transportistas (Canatrans), que detalló que existe una preocupación enorme dentro de todo el sector de transporte público.
Silvia Bolaños, vicepresidenta de Canatrans, indicó a DIARIO EXTRA que desde ya se observa el efecto de algunas operadoras que están devolviendo sus rutas por la incapacidad de absorber el servicio.
Bolaños apuntó que se requiere claridad y proyección de los precios para los próximos tres meses con el propósito de definir si existen aumentos sustanciales.
La empresaria teme que ese fenómeno continúe en el tiempo y no se intervenga una solución para la problemática en cuestión.
“Entendiéndose que el diésel es el elemento más importante para la prestación del servicio público nos preocupa sobre todo el cómo vamos a garantizar la continuidad del servicio cuando tenemos una situación realmente incierta hacia el futuro.
Es por eso que hemos venido solicitándole a las autoridades, tanto a la Aresep como al MOPT, el mantener reuniones conjuntas que nos permitan buscar de manera unida una solución para garantizarle al más de 1 millón de usuarios que se remueven a diario en el servicio”, indicó Bolaños.
La representante de autobuseras detalló que se requiere un apoyo del proyecto de Ley que pretende establecer un tope de ¢800 y así contar con un respiro para garantizar el servicio que usan los usuarios.
VALORACIONES
Érick Ulate, presidente de Consumidores de Costa Rica, indicó que es urgente que el Gobierno tome las valoraciones para que estos incrementos se puedan apaciguar y se establezcan acciones para ayudar a los usuarios.
Ulate acotó que la preocupación es mayor porque el servicio es uno de los más utilizados y existe incertidumbre de qué vaya a ocurrir si esos ajustes al alza son sostenibles con el paso del tiempo. “Para Consumidores de Costa Rica, el aumento en el precio de los combustibles es un tema de emergencia nacional. Hemos venido ya durante más de año y medio advirtiendo que los efectos nocivos que para la economía y el bolsillo de los costarricenses vienen en constante aumento.
Sobre todo, el diésel, cuando vemos la afectación en varias comunidades de nuestro país que en este momento no tienen servicio de buses y la posibilidad de un incremento fuerte en este servicio es vital para los consumidores”, indicó Ulate.
Detalló que es necesario que se dé una modificación a la Ley 8114 que venga a bajar el impuesto único a los combustibles, que es el único elemento en corto plazo que los costarricenses tienen a mano para bajar el precio.
Una incógnita que el Gobierno aún no aclara es sobre cómo se manejará el subsidio por $200 millones para los autobuseros del transporte público.