El paso de los romeros estuvo acompañado de numerosas ventas ambulantes, desde refrescos y comidas hasta artículos religiosos. Incluso hubo quienes aprovecharon para alquilar el baño.
Por lo general los precios de los productos se encontraban al doble de lo que usualmente se hubieran adquirido en otras fechas, pero esto no fue limitante para que las personas se detuvieran a comprar algo.
Juan Segura fue uno de los vendedores que aprovecharon el día para hacer su agosto. Él comentó a DIARIO EXTRA que se levantó muy temprano a hacer cajetas de coco con su esposa. “Le aseguro que están fresquitas, las hicimos esta mañana y ya la doña está preparando más para la noche”, comentó.
La limpieza imperó durante todo el recorrido. Cada 200 metros las municipalidades o la empresa privada habían colocado estañones identificados por tipo de desecho y según comentaron algunos jóvenes de la EcoRomería, las personas se apuntaron con el ambiente.
Respecto a la seguridad se vio un importante operativo, tanto de la Policía Municipal, en aquellos cantones donde existe esa figura, como de oficiales de tránsito y Fuerza Pública. Además fueron muy estrictos en el tema de la prohibición del fumado en el recorrido.