Guatemala, (EFE).- Organizaciones ambientalistas, académicas y empresariales se han unido para mitigar los efectos del cambio climático en Guatemala por medio de un programa lanzado hoy y que será financiado por Estados Unidos.
\”Guatemala es uno de los países más ricos en biodiversidad pero a la vez, uno de los más vulnerables al cambio climático a nivel global\”, dijo Patricia Orantes, quien dirigirá el proyecto \”Clima, Naturaleza y Comunidades en Guatemala (CNCG)\”, presentado este martes en la capital guatemalteca.
Según cifras oficiales, durante la última década más de 5.000 personas han muerto en el país centroamericano como consecuencia de las extendidas sequías, huracanes y tormentas que han afectado la región como consecuencia del cambio climático.
El fenómeno natural, que amenaza con mayor destrucción en el mundo, se conjuga en Guatemala con la pobreza que padece el 52 % de sus 14,5 millones de habitantes, así como con su frágil infraestructura y la debilidad de sus instituciones, lo cual se traduce en mayores daños para la población.
De ahí que, según Orantel, este proyecto además de \”proteger los bosques y la biodiversidad\” también \”generará empleo y ayudará a mitigar los efectos del cambio climático\”.
Para financiar el proyecto, el Gobierno de los Estados Unidos, por medio de su agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), aportará 25 millones de dólares durante los próximos cinco años.
Kevin Kelly, director de Usaid en Guatemala, explicó durante el acto de lanzamiento del programa que la ejecución del mismo será \”liderado por la organización conservacionista internacional Rainforest Alliance\”.
En el mismo también participarán la Fundación Defensores de la Naturaleza, la Universidad del Valle de Guatemala, la Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEXPORT), The Nature Conservancy y el World Wildlife Fund (WWF).
El objetivo del proyecto es que las instituciones participantes unan esfuerzos para impulsar un proceso de mitigación de los efectos negativos del cambio climático y la conservación de los recursos naturales.
Durante los cinco años de su duración, el proyecto se enfocará en apoyar pequeñas y medianas iniciativas comunitarias empresariales de las zonas rurales, para fortalecer las capacidades de comercialización de sus productos en amena relación con el medio ambiente.
También impulsarán estrategias nacionales para reducir la deforestación, alertados por el peligro bajo en el que se encuentran las zonas boscosas del país debido a que el ritmo de deforestación bruta ha pasado de 93.000 hectáreas en 2001 a más de 132.000 en el 2010.
Se apoyará la generación y fortalecimiento de las capacidades de adaptación a los efectos del cambio climático, por medio del trabajo directo con una decena de organizaciones ambientalistas no gubernamentales.