El uso de energía térmica en el último año por parte del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) traería consigo un aumento en la tarifa de luz para los consumidores, a partir del próximo año.
Según la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), la factura se dispararía un 26,6%, tras crecer la demanda por producción a base de diésel o bunker a lo largo de 2023 y lo que va de 2024.
“La información real disponible, al cierre del mes de abril de 2024, advierte que el 1º de enero de 2025, la Aresep tendrá que reconocer al sistema de generación del ICE alrededor de ¢193.000 millones, lo que implicaría un aumento del factor Costo Variable de Generación (CVG), que se sitúa alrededor del 43%.
Este impacto estimado podría variar (hacia arriba o abajo), dependiendo de la evolución que tenga el sistema de generación en lo que resta del año”, explicó el ente regulador.
De acuerdo con un informe de la calidad de los combustibles realizado por la Aresep, en 2023, la demanda de compra del búnker por parte del ICE creció hasta un 614% mientras el diésel 8,2%.
ICE RESPONDE
Sin tiempo que perder, el ICE desmintió un aumento en las tarifas para el próximo año, al contar con estimaciones diferentes a las publicadas por el ente regulador.
“Según las estimaciones del Instituto, el ajuste será igual o inferior al de este año, lo que implica que las tarifas permanecerían igual o tendrán una leve reducción. Seguimos enfocados en enfrentar el fenómeno El Niño, no solo para abastecimiento eléctrico de la demanda, sino estabilidad tarifaria del país”, expresó Marco Acuña, presidente del ICE.
En marzo del presente año, la misma entidad había revelado que compraban hasta dos barcos llenos de búnkeres por mes, con el objetivo de evitar futuros racionamientos.
PREOCUPACIÓN EN CÁMARAS
La Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep) pegó el grito al cielo, luego de conocer la estimación de la Aresep, porque puede golpear los costos de las empresas.
“La energía eléctrica es un factor esencial para el desarrollo de las actividades productivas y, por eso, el impacto y encarecimiento de la tarifa implica un riesgo para los hogares, el sector empresarial y sus encadenamientos.
Reiteramos que el modelo eléctrico costarricense requiere de cambios para garantizar la competitividad del sector productivo, combatir las distorsiones desde una perspectiva centrada en el usuario y una transformación del modelo actual que convierta al sistema eléctrico en una herramienta al servicio del desarrollo del país”, apuntó el gremio.
Por su parte, en la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) piden a las autoridades competentes establecer ajustes por periodos a lo largo del próximo año. “Desde la CICR hacemos un llamado a tomar medidas, para que el aumento en el 2025 no sea tan fuerte y pueda ser distribuido en 24 o más meses”, acotó.