La empresa Alunasa cerró sus puertas este martes tras operar por 51 años en territorio nacional, de los cuales 21 formó parte de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).
Esto significa que 176 familias costarricenses se quedan sin trabajo y lo peor de todo es que no reciben un ingreso desde el pasado 31 de agosto ni han sido liquidados.
De momento, el gobierno no ha externado ninguna posición con respecto al cierre de la compañía venezolana y se desconoce qué acciones podría emprender a raíz de esa situación.
La carta de despido a los colaboradores de la empresa únicamente señala que no abrirá más sus puertas y se compromete a hacer el desembolso de las garantías laborales conforme a lo que dicta el Código de Trabajo.
José Luis Rosales, presidente de la seccional de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) en Alunasa, dijo a DIARIO EXTRA que esperan recibir el pago a más tardar en un mes.
Parte de la preocupación obedece a que hay salarios caídos desde 2018, cuando la empresa había suspendido operaciones alegando falta de materia prima. Además, quedó pendiente el dinero de la asociación solidarista.
A ello se suma que no hay muchas fuentes de empleo en la zona con excepción de Puerto Caldera, que ocasionalmente ofrece trabajos ocasionales y accesorios.
Rosales manifestó que no han tenido ningún apoyo por parte del gobierno, a excepción el Ministerio de Trabajo, que incluso ya emprendió acciones legales.
El cese de operaciones de la empresa ya se veía venir, pues había pedido tiempo para suspender las labores hasta marzo del próximo año alegando nuevamente falta de materia prima.
Los trabajadores contaron que desde hace semanas no se permite el ingreso de colaboradores a la compañía e incluso la planta parecía estar en abandono.
La salida de Alunasa no solo deja pendiente deudas con los empleados, sino también con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), a la que debe ¢110 millones.
De igual modo, tenía un proceso abierto en el Ministerio de Comercio Exterior relacionado con el permiso para operar como zona franca.
En 2007 el entonces presidente Hugo Chávez amenazó con cerrar la planta, luego de una diferencia con el mandatario Óscar Arias, pero la situación no llegó a más.
Esta compañía se dedicaba a la elaboración de productos hechos a base de aluminio. En Esparza se estima que todos tienen un familiar o amigo que trabajaba en Alunasa.