En el caso de la Escuela Omar Dengo en Santa Cruz, Guanacaste, los problemas surgieron porque la Dirección de Infraestructura del MEP todavía no repara el centro educativo tras el terremoto de setiembre del año pasado.
Muchos padres de familia desesperados por las condiciones de la infraestructura del centro educativo donde estudian sus hijos o porque el Ministerio de Educación Pública (MEP) les quitó a un director que venía haciendo bien su trabajo, esas son las razones por las que estudiantes de Guanacaste y Alajuela no recibieron clases ayer.
A pesar de que el ministro de Educación, Leonardo Garnier, reconoce el derecho de los padres de velar por una educación de calidad para sus hijos, no justifica estos métodos como los ideales para llegar a un acuerdo con las autoridades administrativas, responsables de resolver esta problemática.
En el caso de la Escuela Omar Dengo en Santa Cruz, Guanacaste, los problemas surgieron porque la Dirección de Infraestructura del MEP todavía no repara el centro educativo tras el terremoto de setiembre del año pasado.
Por eso los niños recibían lecciones a la intemperie, pero ahora con las lluvias no tienen dónde ubicarse, ya que las aulas provisionales que puso el Ministerio se llenan de agua y lodo, afectando incluso la salud de los estudiantes.
Mientras que en Alajuela los padres se unieron a la molestia de sus hijos, ya que el MEP cambió al director del Liceo de Turrúcares. Para el ministro Garnier esta situación no justifica que los niños pierdan lecciones.