Alajuela.- Entró, se sentó y empezó a hablar. Sin mirar a nadie, el delantero liguista Alejandro Alpízar dio su versión de la bronca verbal que asegura sostuvo con el silbatero Wálter Quesada, quien lo expulsó justo al finalizar el clásico, cuando el artillero le llegó a reclamar. “Buenas tardes señores de la prensa, la verdad es que voy a aclarar la situación del partido pasado. Vengo primeramente a ofrecer disculpas hacia ustedes, a la afición en general o compañeros míos y del otro equipo. La verdad es que después de todo uno se siente apenado del hecho, pero sí pongo que por razones que no hay que ir mucho al tema, reaccionó a una ofensa. Mi persona no la contesta, sino lo que hace es reiterar el agravio que están haciendo a mi persona. En ningún momento, quiero dejar claro, que mi persona ofende o llega en mal término. No llegué ofuscado, ni presionando o gritándole al cuarteto arbitral. Yo pasé tranquilamente y di una opinión como cualquier jugador. Él podía nada más darme la negativa; no le grité para que se ofendiera pero al recibir la ofensa me ofuscó un poco. Las palabras que se oyeron no fueron para devolverla, sino para aclararle al cuarto árbitro lo que él me estaba diciendo”. Mencionó que como persona pública, jugador y padre de familia tiene responsabilidad y aclara que de su boca nunca salieron insultos. Para él no tenía por qué alterarse, pero asegura que al sentirse ofendido repitió lo que le dijeron.
Después de tres minutos de monólogo se levantó de la mesa y aunque DIARIO EXTRA le cuestionó si iba a responder preguntas pero se refugió en el camerino. La directiva manuda analizará si le aplica una sanción a Alpízar por este bochornoso acto.