El lunes se cayó el cielo sobre gran parte de Costa Rica y ello provocó inundaciones en diferentes sectores del país, sin embargo, cantones de la Gran Área Metropolitana (GAM) fueron los más afectados.
En el caso de San Pedro, Montes de Oca, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) reportó que durante los primeros 10 días de este mes cayeron 313 milímetros (mm) de agua y 284 mm para Dulce Nombre de Cartago, distritos que superaron el promedio normal de lluvias de junio.
De hecho, en el caso de la comunidad brumosa significó un incremento del 48% en las precipitaciones, lo que convierte a este mes en el tercer junio más lluvioso en la historia, solo superado por el de 2022, cuando cayeron 420 mm. En el caso de San Pedro el aumento es del 15%.
Esto habla de los efectos del cambio climático en el país, así como de la entrada del fenómeno La Niña, que en el caso del territorio nacional significa un incremento en las lluvias.
También afecta la saturación de suelos, resecos después de años de poca agua por El Niño. Ejemplo de esto es que 2023 fue el año más caluroso en 172 años de mediciones meteorológicas, según el Instituto Copernicus (Programa de la Unión Europea).
INFRAESTRUCTURA INADECUADA
Sin embargo, gran parte del problema de las inundaciones, según refieren las autoridades, se debe a la deficiente infraestructura de canalización de aguas, sobre todo el alcantarillado pluvial en los cantones.
Estas cañerías tienen 110 en el caso de Cartago, tal como lo cuenta a DIARIO EXTRA su alcalde Mario Redondo, quien explica que desde 2022 se gestiona en el gobierno local de la Vieja Metrópoli un plan para renovarlo.
De acuerdo con Hilda Carvajal, jafa del Departamento de Urbanismo del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU), las ciudades se crearon con un modelo que cuenta con una cantidad de población limitada y con una infraestructura que se mantiene desde mitad del siglo pasado.
Similar opina Freddy Bolaños, director de Ejercicio Profesional del Colegio de Ingenieros y de Arquitectos (CFIA), quien afirma que es complicado atender esta problemática porque no se empieza a trabajar desde cero.
“Lo cierto del caso es que en el manejo del territorio usted siempre va a tener un montón de actividades y un montón de infraestructura que se colocó ahí hace años, y hasta cierto tiempo después es que usted empieza a observar o a percibir un poco los efectos de esa incompatibilidad”, declaró el experto.
EXCESO DE BASURA
A todo esto se suma la gran cantidad de basura, tanto en las cañerías como en los ríos y quebradas que atraviesan las ciudades de la GAM.
Fernando Chavarría, alcalde de Goicoechea, relató que las inundaciones en Purral se debieron al desbordamiento de un río, en el que cuadrillas municipales encontraron, entre otros objetos, colchones y el bumper de un carro, que junto con un árbol que colapsó bloquearon el paso del agua.
En Cartago sucedió algo similar en días pasados, donde los funcionarios hallaron en los drenajes desde edredones hasta refrigeradoras y lavadoras viejas, lo que se suma a bolsas plásticas y demás desechos como botellas.
“Es algo que hemos insistido mucho, todavía falta mucha cultura ambiental, todavía se nos llenan los drenajes de basura”, manifestó Redondo.
Los jerarcas municipales denuncian también construcciones ilegales en las riberas de los ríos, tanto en Goicoechea como en Cartago.
“Hay invasiones ahí en propiedades del INVU y otras zonas, sobre todo a la margen del río, donde tiran gran parte de los desechos”, indicó Chavarría.
CRECIMIENTO SIN CONTROL
En el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad de Costa Rica (Lanamme-UCR) enumeraron otros factores que pudieron influir en lo sucedido frente a la Facultad de Derecho.
El principal factor es el crecimiento acelerado de la población en la Gran Aérea Metropolitana (GAM).
“Uno es el crecimiento urbano, la expansión urbana genera que las áreas verdes se reduzcan, las cuales tienen capacidad de filtrar el agua de lluvia, cuando la perdemos, el caudal aumenta, esto ocurre año con año”, explicó el ingeniero de la Unidad de Auditoría Técnica de Lanamme, Luis Rodríguez.
“Una alcantarilla que el año pasado tenía una capacidad adecuada, en la actualidad puede dejar de tenerla”, enfatizó.
A ello se suma, la crecida de los cauces de los ríos. “Tiene que ver más con el entubamiento de los cauces, es una práctica que se ha observado en diferentes partes del país, genera principalmente problemas de inundación”.
Finalmente, Lanamme afirmó que la administración del proyecto La Bandera, en la época del expresidente Carlos Alvarado Quesada, utilizó estudios poco rigurosos para llevar a cabo la obra.