Con fuertes medidas de seguridad, el lunes a las 10 a.m., en los tribunales de San José, en la sala No.12 arrancará el juicio contra un sujeto de apellidos Zamora Solorzano, mejor conocido como \”El Indio de Desamparados\” y 13 implicados.
Los restantes imputados son hombres de apellidos Mondragón, Zamora, Alvarado, Badilla, Hall, Medina, Villalobos, Mena, Jiménez, Chang, Lizano y dos mujeres de apellidos Martínez y Crespi, formaban parte de la oragnización delictiva, cuyo líder era Zamora Solorzano.
Todos estos fueron detenidos el 20 de marzo de 2012 en una serie de allanamientos realizados por las autoridades judiciales en la operación denominada \”Cuatro Plumas\” ; se dieron en Desamparados, Pavas, Cristo Rey, San Pedro de Montes de Oca y Santa Cruz de Guanacaste. En total, 16 allanamientos donde participaron 250 agentes judiciales.
Se estima que las ganancias de esta banda ascendían a los ¢720 millones mensuales y se le achacan los delitos de tráfico internacional de drogas, homicidio calificado, asociación ilícita y legitimación de capitales.
Esta gente tenía una estructura igual o similar a los cárteles mexicanos, pues no solo sacaban la droga del país, sino también la movían para el consumo local. De hecho, al momento de las detenciones se les decomisaron fusiles de asalto, pistolas, $125 mil, ¢5 millones, dos motocicletas, seis vehículos, 10 propiedades y 19 kilos de cocaína ocultos en una casa.
Al parecer, “El Indio de Desamparados”, conocido así para diferenciarlo de Luis Alberto Aguirre Jaime, “El Indio”, autor material de la muerte de Parmenio Medina, es quien daba las directrices de cómo se operaba, es decir, la mente maestra. En ese momento ocurrían en los barrios Josefinos una indiscriminada afrenta entre las bandas de Pavas, Alajuelita y Guadalupe, situación que aprovechó “El Indio” desamparadeño para ganar territorio y apoderarse de los principales lugares de venta y distribución, entre ellos búnkers, cuya suma de ganancias rondaban los ¢150 millones mensuales.
Igualmente a la banda se le achacan dos bichos que vendían “el perico”, en Pavas y en el antiguo mercado Paso de la Vaca en pleno centro capitalino.
Pero la larga lista de terror que sembraban estas “joyitas” no solo llegaba a la comercialización y venta de drogas, sino también hasta homicidios, pues se les vincula con las muertes de dos mexicanos que fueron encontrados maniatados en Heredia.
El juicio está pactado para una duración de 5 meses comenzando el lunes 10 y culminando el 30 de junio; en él atestiguarán 41 personas.