Los habitantes de las fincas de Palmar Sur, en el cantón de Osa, están muy angustiados por los problemas con el agua desde hace unos 20 años porque el líquido que llega a sus casas no es potable, lo que pone en riesgo su salud.
Aseguran que algunos sectores de estas fincas, como la 2 y la 4, pagan una tarifa muy alta porque Acueductos y Alcantarillados (AyA) instaló medidores en las viviendas y cuando abren la llave tienen que dejar correr el agua un buen rato para que la sucia salga primero, ese desperdicio deben costearlo ellos.
Por esta razón se vieron obligados a poner una denuncia ante la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) para que tomara cartas en el asunto.
Esta contrató una empresa privada para tomar muestras de agua y hacerle los estudios correspondientes, con el fin de que se pueda regular los cobros por el servicio.
Los usuarios pagaban un aproximado de ¢7 mil por mes, tarifa que no han vuelto a cancelar desde hace dos meses, esto mientras llegan los resultados de los estudios.