Agricultores de la provincia de Cartago donaron varios productos a pescadores de la provincia de Puntarenas, quienes se han visto afectados por la crisis económica generada por el Covid-19 y en general desde que el gobierno prohíbe la pesca de arrastre de camarón.
La Asociación Independiente de Productores del Norte de Cartago entregó el sábado camiones cargados de verduras, legumbres, vegetales, leche y demás productos de la zona que fueron recibidos por pescadores artesanales que crearon la iniciativa Barco de Alimentos, cuyo objetivo es entregar comida a cientos de habitantes de las costas que perdieron sus trabajos.
Mauricio González, vocero de Barco de Alimentos, calificó como una bendición la ayuda de los productores cartagineses.
“Es una bendición y de corazón se les agradece venir desde Cartago, invertir tiempo y combustible para venir hasta aquí. Quedamos en deuda y seguiremos conversando porque necesitamos unirnos y defender nuestra actividad, que hoy está en peligro, y evitar cualquier crisis alimentaria”, declaró.
La iniciativa contó con el apoyo y la coordinación de Melvin Núñez Piña, diputado de Restauración Nacional.
“Me siento muy feliz en estos momentos, principalmente porque sé que el sector pesquero y el agrícola han sido los más afectados, no solo por la crisis del Covid-19, sino también por el constante rechazo de los gobiernos hacia el sector más productivo del país”, explicó el legislador.
“En estos momentos más de 30.000 trabajadores de los sectores agrícola y pesquero están perdiéndolo todo, sus cosechas, terrenos de cultivo, casas y barcos, lo cual es preocupante, sobre todo porque el gobierno no solo ya advirtió que no tiene dinero para subsidiar a estas personas, sino porque tampoco quiere reunirse con ellos para buscar alternativas para reactivar estos sectores productivos”, agregó.
Este encuentro también sirvió para hacer un urgente llamado de auxilio al gobierno y al ministro de Agricultura, Renato Alvarado, quienes advirtieron días atrás que no piensan generar subsidios para el sector agrícola nacional, lo que significaría sepultarlo económicamente.
El sector agroindustrial cuantifica las pérdidas por la crisis del nuevo coronavirus en más de ¢14.000 millones.