El abogado Gregorio Briglia, experto en temas de violencia doméstica dio a conocer que una de las señales por las que puede identificarse este flagelo es que los agresores sacan poco a poco a las víctimas del entorno social en donde se sienten cómodas, por ejemplo, si una mujer habita en San José, su pareja agresora podría llevársela a vivir a Limón u otra provincia fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM).
“Por lo general este tipo de personas van sometiendo a las víctimas psicológica y económicamente, para aislarlas de su grupo de apoyo social, por ejemplo, si viven en San José se las llevan a vivir a Limón, donde la red de apoyo más cercana está a horas de donde se encuentran, con esto le van reduciendo poco a poco sus capacidades, para tener un total control, un total dominio.
Todas estas acciones son propias de cuando las personas están envueltas en un ciclo de violencia doméstica, donde lamentablemente cuando el ciclo ha nacido en la vía jurídica es muy difícil que las personas puedan dar el paso sin el apoyo adecuado, y estas ni siquiera se animan a denunciar, porque entre su psiquis están las amenazas del agresor”, explicó el licenciado.
Briglia agregó que este tipo de violencia, la cual a través de los años lamentablemente se ha ido normalizando, se debe a la culturización de una sociedad patriarcal, aunque evidentemente estas no son prácticas adecuadas para convivir en sociedad ni mucho menos para construir acciones en pareja.
CICLOS DE VIOLENCIA DOMÉSTICA
En ocasiones anteriores, expertos en psicología han señalado que existen varias alertas o alarmas que pueden indicar que existe violencia dentro de una relación. Briglia destacó los ciclos que podrían generar estas alarmas.
“El primer ciclo de violencia doméstica es el de acumulación o tensión. En este primer ciclo se dicen cosas, la mujer aguanta callada, por lo general es víctima de violencia patrimonial o de violencia psicológica, todo esto se va guardando en su psiquis y posteriormente se da el ciclo de explosión.
En este segundo ciclo ya se materializan los golpes, las faltas de respeto, los insultos, donde inclusive los sujetos dicen ‘Vos no valés nada, si te agarro con otro te mato’. Lo que hacen es minimizar las características esenciales de las personas”, advirtió el abogado.
Y en seguida subrayó que el tercer ciclo de violencia resulta el más peligroso en una relación, ya que se romantizan este tipo de comportamientos.
“El famoso ciclo de reconciliación o de luna de miel es el más peligroso, porque allí se pasan por alto la fase de acumulación, la fase de violencia doméstica, y es aquí donde el agresor llega con este arrepentimiento a decirle a la víctima que es por la presión del trabajo, que es que él es alcohólico, que la situación económica lo pone en esa condición, que le dé una segunda oportunidad, pero el ciclo se va repitiendo una y otra vez, por lo que podríamos compararlo con una olla de presión”, acotó.
SIN RESPUESTAS DE LAS AUTORIDADES
El abogado denunció que las autoridades competentes en este tipo de casos no dan declaraciones estadísticas sobre los crímenes que están ocurriendo.
“Aquí en Costa Rica tenemos tratados internacionales que son parte de la jurisdicción nuestra que fueron pactados en su momento procesal, pero que no se están utilizando, la obligación del Pacto de San José y la Belem do Pará, originaron la creación del Instituto Nacional de las Mujeres y la legislación que se debe realizar en estos casos, pero ¿por qué no se están aplicando?”, enfatizó el abogado.
QUÉ SE DEBERÍA HACER
Briglia indicó que entre las principales medidas que se deberían tomar para evitar que estos ciclos de violencia se sigan generando destacan la prevención, y la orientación a las personas que están siendo víctimas de violencia doméstica.
“Lo primero que se debería hacer son cápsulas informativas, para que las mujeres que están siendo víctimas de violencia sepan cuál es el ABC para interponer una denuncia, lo primero que debe hacer una víctima de violencia doméstica es interponer la denuncia, la cual se realiza en el Juzgado Contravencional de la localidad. Existen juzgados que atienden inclusive con disponibilidad de 24 horas para establecer una denuncia por violencia doméstica, como medida inmediata, ante el peligro de una agresión como tal, ya sea de contenido patrimonial, físico o psicológico. De inmediato, como medida cautelar, va ordenar la salida inmediata del presunto agresor del lugar donde está habitando con la persona que está siendo agredida”, finalizó.
Tanto el abogado como otros expertos recordaron la importancia de denunciar ante este tipo de casos en que se sepa que una persona puede estar siendo víctima de violencia doméstica o intrafamiliar.