Los casos de agresiones a menores no cesan. Da acuerdo con datos del Patronato Nacional de Infancia (PANI), en los primeros seis meses de 2024 atendieron 49.849 menores de edad, víctimas de diversas formas de violencia.
Esta información revela como promedio 274 víctimas al día o una cada 5 minutos.
“En el 2023 se recibieron 105.765 denuncias de violencia contra 137.042 personas menores de edad, lo que representa un incremento de un 7,8% respecto al 2022, en que se recibieron 89.768 denuncias por situaciones violatorias de 127.164 niños, niñas y adolescentes. En el primer semestre del 2024 se han atendido 49.849 personas menores de edad víctimas de diversas violencias”, informó el Patronato.
Desde la institución agregaron que en los últimos ocho años, es decir, de 2017 a la fecha, han atendió 707.335 personas menores de edad víctimas de diferentes situaciones violatorias de derechos.
El PANI recordó que la violencia es el uso de la fuerza o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.
“La violencia contra niños, niñas y adolescentes se traduce en negligencia por salud, por educación, conflictos familiares, maltrato físico y psicológico, abuso sexual, relaciones impropias, acoso escolar, conflictos vecinales, venta y consumo de drogas, y otras, y se debe denunciar al 911”, añadió el PANI.
CULTURA Y DINÁMICA FAMILIAR
DIARIO EXTRA conversó con la psicóloga María Ester Flores para conocer a qué se atribuiría la cantidad de casos de menores agredidos.
“Esta violencia a menores depende de la cultura y dinámica familiar que se vaya dando por tradición, no diciendo si es buena o mala.
Por generaciones a los pequeñitos se les ha acostumbrado a corregirlos con una nalgada, un pellizco, un empujón. Eso no es correcto, son culturas muy arraigadas (…) la tradición de la cultura equivocada.
Pero hablando de la violencia social, la poca tolerancia que tenemos los seres humanos empieza en el seno de la familia, entonces para que tengamos niños y adolescentes violentos en las escuelas y las calles es porque en la niñez o sus primeros años hubo agresiones psicologías o físicas”, manifestó la especialista.
Agregó que si el PANI tiene esas impresionantes estadísticas se podría decir que la violencia permeó los hogares.
CASO MÁS RECIENTE
En las últimas dos semanas los costarricenses se han conmocionado por los casos de agresiones a menores. El más reciente es el de una niña de 4 meses que ingresó a un centro médico con signos de violencia y sin vida.
Este hecho se registró en Casa Cuba, Desamparados, lo que causó rabia e indignación en esa comunidad porque los principales sospechosos de esta tragedia son sus padres, un hombre de 23 años y una mujer de 20.
La pequeña fue llevada en un vehículo por sus padres, identificados con los apellidos Solano Mora (papá) y Jarquín Córdoba (mamá), a la Clínica Dr. Marcial Fallas, donde fue declarada fallecida por las autoridades de ese centro médico.
María Ester Flores
Psicóloga
“Esta violencia a menores depende de la cultura y dinámica familiar que se vaya dando por tradición”.