La Unidad Especial de Intervención (UEI) es un grupo élite adscrito al Ministerio de la Presidencia que se dedica a detectar y desactivar artefactos explosivos, proteger a funcionarios de gobierno y dignatarios que visitan el país, y realizar operativos de alto riesgo contra el terrorismo y el narcotráfico, entre otras tareas.
Una manera de poner a prueba las habilidades de la UEI para combatir el crimen organizado transnacional es por medio de competencias, donde hace 15 años los agentes han venido participando en el ejercicio Fuerzas Comando.
Las justas se hacen una vez por año en diferentes países del área, donde luchan con experimentados militares élite como de Colombia, Estados Unidos y Brasil. Incluso han ganado primeros lugares gracias a su constancia, dedicación y amor por lo que hacen.
Exhaustivos ejercicios físicos y pruebas de tiro, entre otras, son algunas de las maniobras que hacen estos valientes policías cada vez que salen a representarnos con gente experimentada que ha combatido en países de Medio Oriente y la selva de Suramérica.
Los oficiales nunca saben qué les traerá la siguiente misión, por eso los entrenamientos y capacitaciones son muy rigurosos, para enfrentar situaciones complejas como la detención del narcotraficante Rafael “Caro” Quintero en medio de una balacera, la tentativa de asalto al Banco Nacional de Santa Elena, en Monteverde, y el intento de fuga en La Reforma, Alajuela, donde se produjo una toma de rehenes.
GRUPO SELECTIVO
El jefe de Operaciones de la UEI, cuyo nombre omitimos por razones de seguridad, manifestó a DIARIO EXTRA que el grupo nació en 1982, bajo la administración Monge Álvarez.
“Nuestras operaciones son ordenadas por el Presidente de la República y tienen que se clasificadas de alto riesgo, donde 65 personas están listas para enfrentar el hampa. Los aspirantes deben pasar pruebas físicas similares a las que se exigen de otros grupos de choque del mundo, incluyendo el Ejército de los Estados Unidos”, explicó.
Otras pruebas han sido diseñadas para atletas de alto rendimiento y miden la fuerza, agilidad, velocidad y resistencia cardiovascular. “Quien entra aquí tiene que tener todo eso y la mayoría de las veces muy superior al tipo normal, a la población regular promedio”, añadió.
SE ESPECIALIZAN
El grupo es tan selecto que cada agentes recibe capacitación en diferentes áreas para no dejar nada al azar ante una eventualidad que se pueda presentar en el país.
La sección de explosivos de la UEI se creó en 1986 y nació producto de la postguerra en Nicaragua, donde uno de los expertos explicó que durante esta fase de pacificación encontraron explosivos convencionales en la frontera norte.
“Se dio la necesidad de proteger a la población, que en ese momento estaba muy expuesta por la gran cantidad de minas que había en la Zona Norte. Costa Rica fue declarada en diciembre de 2004 como primer país del mundo libre de minas antipersonales, sin embargo aún es posible encontrar algún artefacto en manos de habitantes que desconocen el peligro”, explicó.
La sección de francotiradores se creó en 1987, después de una capacitación en Estados Unidos, donde los expertos realizan operaciones de observación e infiltración.
También brindan apoyo a las operaciones del equipo de asalto, proporcionándoles información. Son los ojos de ellos, si alguien sale armado tienen que reaccionar para que el equipo de asalto no sufra pérdidas cuando avance hacia el blanco.
Un caso que recuerdan con orgullo fue la detención de la banda de venezolanos que se dedicaba a asaltar entidades bancarias de manera violenta, dejando una estela de muerte, dolor y pérdidas económicas.
SOLO UNA FUERZA
La UEI trabaja en coordinación con los colegas del Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT) del Organismo de Investigación Judicial (OIJ); la Policía de Control de Drogas (PCD) y la Unidad Especial de Apoyo (UEA) del Ministerio de Seguridad Pública para brindarles colaboración en intervenciones de alto riesgo.
Por ejemplo, si un narcotraficante tira el arma al mar durante una persecución, Guardacostas son los primeros en actuar y luego se coordina con el equipo de Anfibios de la UEI para que recupere esa evidencia. De la misma manera colaboran con la sección de Homicidios de la OIJ en la búsqueda de cadáveres.
El armamento utilizado por la unidad táctica ha evolucionado. Hace unos años los oficiales usaban la subametralladora Uzi de fabricación israelí, la pistola Browning y la subametralladora alemana HK. En la actualidad posee armas como el fusil de asalto Smith & Wesson calibre 5.56mm, tipo M-4.
Los delincuentes portan armas de grueso calibre, por lo que se hacía necesario modernizar el equipo. Son “armas muy cómodas, muy fáciles de utilizar.