Para nadie es un secreto que en Guanacaste las cosas no andan bien, con un 32% de pobreza, cuando el promedio nacional es del 22 %, una tasa de desempleo del 9 %, mientras que el promedio del país es del 7 %, una escolaridad promedio de 7.5 años, contra 8.4 años del resto del país. Quizá sea falta de liderazgo o de sentido común, o que nuestro sistema legal solo nos pone trabas y no nos deja avanzar. Lo cierto del caso es que estamos estancados, tristemente hemos perdido los valores de la honestidad y ante todo de la palabra.
Es tiempo de dejar el pesimismo y comenzar a actuar todos, sin distingo de edad, género, religión, orientación sexual o condición económica, todos somos guanacastecos y todos tenemos el deber moral de luchar para sacar a Guanacaste adelante, para alcanzar así la paz social, el bienestar y el progreso económico que todos anhelamos.
Trabajemos en nuevas visiones, por ampliar nuestras perspectivas, por buscar solución de conflictos mediante el diálogo permanente, solo así se nos abrirán posibilidades y la esperanza que nuestra provincia camine hacia mejores condiciones.
Todos queremos un cambio, nos merecemos estar mejor, por eso quiero pedirle humildemente a todos los guanacastecos, y principalmente quienes han tenido la oportunidad de prepararse, educarse y que gozan de energía y buena salud, involucrarse en la ayuda social, sin importar el color, ideología o actividad a la que se dediquen.
Existen muchos campos, por ejemplo: asociaciones de desarrollo comunal, juntas administradoras de centros educativos, comités de deportes, o en cargos de elección popular, porque un país democrático se fortalece con las elecciones, y para ello debemos tener los mejores ciudadanos para que nos representen, y es aquí donde necesitamos de todos ellos.
Por eso, agarremos al toro de los cuernos y pasemos a ser parte de la solución de Guanacaste, que lo llevamos en el corazón.