Contrario a lo que se creía, los adultos mayores tienen un importante nivel de acceso a productos bancarios. En todo el sistema financiero nacional quienes tienen más de 65 años poseen alrededor de 762.000 productos financieros entre cuentas de ahorro y depósitos a plazo.
Esto representa una cartera de ¢3,4 billones, lo que convierte a estas personas en un público interesante para las entidades financieras. Los anteriores datos fueron revelados por la Asociación Bancaria Costarricense (ABC).
Este grupo poblacional no solo posee cuentas de ahorro, también tiene otro tipo de productos como créditos hipotecarios, donde 10.320 personas cuentan con un saldo de ¢314.514 millones. Igualmente, están los créditos prendarios y personales.
Pero el préstamo favorito para los adultos mayores es la tarjeta de crédito. 90.970 tienen al menos una y suman deudas por ¢94.382 millones.
UNA POBLACIÓN CAMBIANTE
Para Andrea Monge, gestora del Proceso de Derechos Humanos de la Asociación Gerontológica Costarricense (Ageco), se viene experimentando un cambio en la estructura de la población de la tercera edad.
“Muchas de las que actualmente son personas mayores estuvieron insertas en el mundo del trabajo y tuvieron que vivir en ese momento la inclusión financiera, esto dado que por ahí les pagaban, entonces esta situación hizo que actualmente utilicen esos productos”, comentó.
Esta bancarización de los adultos mayores provoca que los bancos empiecen a mirar a esta población con particular interés, lo que los obliga a desarrollar productos financieros enfocados en esta población, pero principalmente apoyarla en el entendimiento de medidas de seguridad digital.
Por su parte, María Isabel Cortés, directora ejecutiva de la ABC, informó que recientemente la organización gremial lanzó la iniciativa “Tu Banca a Un Click”, dirigida a personas adultas mayores y en vulnerabilidad.
El objetivo de este programa es formar a esta población en diferentes partes del país y de manera presencial sobre herramientas y conocimiento respecto a ciberfraudes y cómo prevenirlos para garantizar un uso de la tecnología seguro y responsable.