Marta Vindas González, Directora General de Migración y Extranjería, explicó que luego de un trabajo mancomunado entre autoridades de los gobiernos de Costa Rica y panamá, se concretó un acuerdo binacional, que representa una extensión del cordón humanitario que da inicio en el Darién, en Panamá, hasta el CATEM, ubicado a 9 kilómetros después de la frontera sur, en territorio costarricense.
Según informó la jerarca, este acuerdo permitió la activación de 30 buses, dispuestos para atender a más de 1500 personas, “permite el traslado seguro y ordenado de la población migrantes”, así como reducir el malestar que han manifestado los habitantes de Paso Canoas, ante la presencia de los cientos de migrantes que se apostaron en los alrededores.
Aseguró que han brindado apoyo a la población en medio de la travesía de la migración, “han sido explotados, violentados, por redes de corrupción en su gran mayoría”.
Vindas manifestó que muchos niños y niñas han ingresado al territorio nacional sin sus padres, luego que los mismos fallecieran durante el recorrido por la selva, por lo que se ha dispuesto de un equipo especial para tratar estos casos.
Asimismo, detalló que han detectado personas vulnerables, enfermas, embarazadas o con discapacidad, que han requerido permanecer en suelo costarricense por más días, por lo que han sido trasladados al CATEM, donde se verifican sus datos personales y se les brinda la atención médica y psicosocial que requieren para continuar su viaje.