En caso de que todo se lleve a cabo según lo proyectado, los vecinos de Bagaces contarían, en el segundo semestre de 2022, con la ampliación y trabajos de mejoras del acueducto, por lo cual se esperaría que tengan agua potable en sus tuberías.
Los bagaceños llevan años de estar esperando por una solución al problema de suministro de agua potable y, según el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), esa posibilidad se daría hasta el segundo semestre de 2022, debido a que la Contraloría General de la República (CGR) refrendó el contrato suscrito por el Instituto y la empresa Intec Internacional S.A., cuyo monto ronda los ¢4.875 millones.
En febrero anterior, el AyA presentó el contrato a la CGR para su aprobación, pero en marzo, ante la falta de información técnica y presupuestaria, la entidad contralora procedió al archivo del expediente. No fue hasta el 19 de marzo que el Instituto volvió a presentar la gestión y el 13 de abril anterior envió información requerida por la entidad contralora.
“Queda bajo la exclusiva responsabilidad del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, contar con el disponible presupuestario necesario para hacer frente a las obligaciones que se deriven de este negocio jurídico, de igual forma deberá verificar que los recursos económicos puedan utilizarse válidamente para el fin propuesto en el contrato”, aseveró la CGR.
En marzo anterior, el Laboratorio Nacional de Aguas (LNA) del AyA detectó, por una baja en la producción del sistema, una concentración de 10,5 microgramos por litro de arsénico en agua, lo que motivó que se emitiera la orden de no consumir dicho líquido vital, porque superó los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señala que la presencia de dicho elemento debe ser de un máximo de 10 microgramos por cada litro de agua que sea para consumo humano.
Desde entonces y hasta la actualidad, los vecinos de diferentes comunidades de Bagaces están recibiendo agua vía cisterna para consumir, en camiones que solo pasan una vez al día.
POR PRESIÓN DE COMUNIDAD
Al respecto la presidenta del Comité Cívico Somos Bagaces, Eunice Hernández, sostuvo que están complacidos por la respuesta contralora, pero comentó que el AyA tuvo que correr tras la presión de la comunidad.
Al mismo tiempo subrayó que serán vigilantes de que el AyA cumpla con una urgente para la comunidad, pues el suministro de agua potable sin arsénico comprende una demanda desde hace años por parte de la población afectada.
“Sentimos que se dio en tiempo y forma porque hubo la presión de la comunidad, de lo contrario no se habría dado el proyecto en este momento. Porque si uno se remite a la documentación, el 3 de marzo la Contraloría General había archivado del proyecto y el 19 de marzo salieron en carreras a presentar de nuevo los documentos”, detalló Hernández.
Reclamó que todavía hay aspectos que no quedan claros en cuanto a cumplimiento de plazos en lo que respecta a obras que deberían ser inmediatas, pues se les indica que estarán en el mediano plazo, sin quedar claro cuánto tiempo significa ese mediano plazo.
Asimismo, aseveró que los racionamientos siguen en Bagaces, por más de 12 horas, aspecto que los tiene preocupados por el tema del COVID-19.
Mientras se realiza el proyecto, Hernández mencionó que siguen la incertidumbre y la zozobra de la población, que debe correr diariamente para conseguir agua, una vez al día de las cisternas.
MIENTRAS TANTO, EN AYA
Por su parte, en el AyA informaron que la primera etapa del proyecto contempla la captación de la fuente Epifanía, la cual aportará 77 litros por segundo a la ciudad de Bagaces, al tiempo que se instalarán 17,7 kilómetros de tubería de conducción para llevar el agua a un nuevo tanque de almacenamiento de 2.500 metros cúbicos.
También se procederá a la instalación de 7,7 kilómetros de tubería de distribución a los hogares, la construcción de un paso de tubería por debajo del río Cuipilapa de 35 metros y un puente de tubería de 70 metros sobre el río Blanco.
Sobre el particular, Yamileth Astorga, presidenta ejecutiva del Instituto, comentó que “Gracias a esta inversión, la comunidad no tendrá dificultades durante la época seca, contará con continuidad del servicio y se podrán suprimir plantas de remoción de arsénico que la institución opera en la zona. Tras el refrendo de la Contraloría y habiéndose adjudicado desde el pasado diciembre el contrato, esperamos dar la orden de inicio de las obras en máximo dos meses”.
Reseñó que las proyecciones institucionales de ejecución de la obra son de aproximadamente dos años, por lo que hacia el segundo semestre de 2022 los bagaceños podrían estar disfrutando del nuevo acueducto.
La segunda etapa del proyecto, que está en la fase de diseño permitirá, según el AyA, abastecer a comunidades en los alrededores de Bagaces, en específico a 2.800 personas de Agua Caliente, Falconiana, Montenegro, Bagatzí, Quintas don Miguel, La Loba y Salitral, lo que significará una inversión de ¢1.459 millones.