Diego Armando Castillo Castro, de 22 años, fue asesinado de 12 balazos presuntamente por un hombre de apellidos Rodríguez Díaz en Atenas, Alajuela.
La víctima estaba dentro del vehículo de quien sería la exesposa del homicida en barrio Santa Eulalia.
De acuerdo con las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el gatillero montó una persecución sin que su exesposa ni Diego se dieran cuenta.
Cuando el automotor hizo un alto, se acercó en su carro hasta el asiento del acompañante donde viajaba Diego para empuñar un arma de fuego calibre 9 milímetros y disparar en 12 ocasiones en tórax, brazos, piernas y cabeza.
La mujer, cuya identidad no trascendió, actuó de manera rápida, llevó a Diego a las instalaciones de la Cruz Roja de Atenas, sin embargo, al momento del abordaje el joven ya no tenía signos vitales, por lo cual se dio paso a las autoridades judiciales que hicieron el levantamiento del cuerpo.
CULPABLE
Horas después de lo sucedido, Rodríguez se apersonó a los Tribunales de Justicia en Atenas, donde se declaró culpable de haber matado a Diego. Dijo cómo perpetró el asesinato y de inmediato lo encarcelaron.
El sujeto explicó que tenía un año de haberse separado de la mujer, por lo cual al darse cuenta de que ella salía con el muchacho, empezó a vigilarlos.
Después de días manteniendo un perfil bajo y estudiar el comportamiento de ambos, decidió atacar cuando los novios se fueron a cenar.
CAMINO A LA CENA
El hermano de Diego, quien prefirió proteger su identidad, y la exesposa del pistolero mencionaron la salida que tuvo la pareja por la noche.
Fijaron una hora y la fémina recogió al hoy occiso en automóvil frente a su vivienda.
Iban de camino al restaurante cuando Díaz sin piedad alguna lo fulminó a bombazos, específicamente a 1 kilómetro del hogar del objetivo.
El hermano del fallecido acotó que la pareja llevaba meses jalando y era normal que ella pasara por el veinteañero.
Añadió que su hermano se despidió, dijo para dónde iba y tiempo después las autoridades les comunicaron la tragedia.
CRIMEN PASIONAL
Los investigadores catalogaron el homicidio como un crimen pasional, ya que averiguaron que el verdugo efectivamente se habría divorciado de la mujer hace un año. Los agentes presumen que el exesposo se llenó de ira y ejecutó un plan para acabar con el muchacho.
Por ahora se espera que la Fiscalía determine el futuro del homicida confeso.