Una comisión externa conformada por técnicos y profesionales en el área económica y empresarial. Eso es lo que expertos recomiendan al gobierno para elaborar un plan de reactivación postcrisis.
Se trata de un equipo que sea distinto al que está apagando los fuegos en la pandemia. No estaría conformado por el Ministerio de Hacienda, ni el Ministerio de Trabajo ni el Banco Central, sino por gente de afuera.
Hay especialistas que cuentan con experiencia en la atención de crisis y que están dispuestos a colaborar ad honorem con el gobierno.
Ennio Rodríguez, presidente del Colegio de Ciencias Económicas, es uno de quienes han puesto a disposición toda la expertiz y maquinaria para echar a andar el país.
Contó que en Alemania y otros países están recurriendo a este tipo de apoyo externo para complementar el esfuerzo sanitario, donde no participan quienes atienden la crisis cotidiana, sino personas que toman distancia y elaboran planes con mayor tranquilidad.
Lo anterior a su vez quita presión a los equipos de trabajo que deben encargarse de atender el día a día del Covid-19.
Recordó que algo así se hizo durante la crisis de Carazo bajo el liderazgo del expresidente Luis Alberto Monge. Abarcó el diálogo con diferentes sectores.
“Se cogía empresa por empresa y se elaboraba una estrategia para que no quebrara. Se elaboraba un programa para atenderlas según sus necesidades”, comentó.
Rodríguez es consciente de que ahora la economía es más diversificada y compleja, pero considera que se podría trabajar por sectores e ir agrupando sus necesidades.
Max Soto, directivo del Banco Central, investigador y exdirector del Instituto de Ciencias Económicas de la UCR, fue el director de ese programa denominado PAE (Programa de Ayuda a las Empresas) en 1982.
Ante una consulta de DIARIO EXTRA, señaló que la experiencia siempre es útil, sin embargo reconoce que las circunstancias son distintas.
Ahora es más bien un poco a la inversa, hay menos problemas inflacionarios y con los precios del petróleo.
En aquel momento se enfrentaba a una gran devaluación y las empresas tenían demasiadas deudas. La crisis venía por la guerra en Centroamérica y ahora por un virus.
Sin embargo, también hay algunas coincidencias. Entre otras se pueden mencionar las bajas ventas, el menor consumo y el elevado déficit fiscal, pero el mayor problema de 2020 es cómo generar empleo y proveer de liquidez al parque empresarial.
Soto recordó que en aquel entonces se estableció una comisión de ayuda al sector y la misión era evaluarlo con el fin de rescatarlo.
Se estableció una especie de procedimiento para que las compañías pudieran acudir al programa y analistas técnicos junto con los bancos generaron las soluciones. Al final lograron ayudar a 150 empresas a través de la negociación con acreedores.
“El programa conllevó instrumentos distintos, pero la metodología podría aplicarse. Era un grupo técnico, no era nada político. En algunos casos, se dieron aumentos de capital y creo que trajo mucha tranquilidad al sector empresarial porque sintieron un apoyo”, recordó Soto.
El Periódico del Pueblo intentó conocer el criterio de Álvaro Sáenz, presidente de la Unión de Cámaras, pero manifestó que hasta el martes podía dar una respuesta.
Este medio sabe que grupos empresariales han estado sosteniendo reuniones con el presidente Carlos Alvarado.