En la audiencia realizada el día de ayer, contra un hombre de apellido Fernández, acusado de cometer homicidio calificado, en contra de su exesposa Lucy Ramos Morales (de 31 años) y el supuesto amente de esta, Jonathan Ramírez Fennel (de 33), se decidió que Fernández sí deberá enfrentar un juicio posteriormente, a pesar de aceptar los cargos por los que se le acusa.
Tal y como lo informó DIARIO EXTRA en su edición del 19 de noviembre del año anterior, al hombre se le acusa de dos homicidios ocurridos en Rincón Chiquito, la Guácima.
En ese momento, la mujer recibió 22 puñaladas en el tórax y rostro, y el joven fue asesinado con varias puñaladas en el abdomen y rematado de un tiro en la frente.
En apariencia, ese día Fernández mandó a un muchacho a la casa para ver qué estaba haciendo Lucy; el joven aparentemente observó a la mujer teniendo relaciones con el hoy fallecido por lo que fue a contarle la situación, entonces él (Fernández) se bajó del carro, se metió a la casa y sólo se oyeron los disparos. Minutos después se escuchaban los gemidos de dolor de Lucy, y enseguida el carro salir a toda prisa”, explicó una vecina en ese momento.
Por otra parte, la resolución de presentar a Fernández contra un tribunal se dio en el Juzgado Penal de Alajuela cuando la jueza Shirley Ugalde confirmó que el acusado se encuentra mentalmente capacitado para enfrentar un debate.
Para Javier Vargas, abogado del imputado, los hechos son lamentables y afirma que a pesar que Fernández aceptó los cargos, él no es perfil para litigar o justificar lo que hizo, ya que tiene antecedentes psiquiátricos.
“No hay que ser muy inteligente, no hay que ser médico ni psiquiatra para saber que un hombre o una mujer, que se esmera por su familia en su trabajo y todo lo demás, llega y encuentra este tipo de situaciones… es una reacción que no se justifica, sin embargo, hay que tener sus consideraciones”, señaló Vargas.
Ante este argumento, la jueza ordenó que al acusado se le realice una valoración por parte del Consejo Médico Forense.
Por otro lado, Rodrigo Araya, abogado de las familias de las víctimas, expresó el deseo que tiene para que el proceso llegue hasta las últimas consecuencias y que luego del debate las familias puedan tener un poco de paz , de tranquilidad y sobre todo de justicia, de un hecho tan lamentable.