La señora Dulce Lina Fernández, vecina del cantón de Osa, le da gracias a Dios por permitirle apagar la vela número 88 al lado de sus hijos, nietos y bisnietos. La dulce adulta mayor, como su nombre lo indica, es muy querida en el barrio; por su generosidad se ganó el cariño de los vecinos y menores.
Ahora se encuentra de manteles largos, sus familiares no lo pensaron mucho para cantarle a una sola voz el “ Cumple Años Feliz”.
Ellos también le agradecen a Jesús porque la cumpleañera goza de muy buena salud. Algunas veces la abuelita revela el secreto para obtener una larga vida, entre ellos: paz espiritual, recibir mucho amor y comprensión, comer saludablemente y alejarse de los vicios.