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En un solo día, durante las fiestas de fin y principio de año, 22 adultos mayores fueron abandonados. Así lo confirmó la ministra de Salud, Mary Munive, a Diario Extra.
Al 24 de diciembre, el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), dependiente del Ministerio de la Presidencia, informó que la meta establecida el 5 de diciembre de contabilizar cero abandonos durante las actividades de la temporada estaba muy cerca de cumplirse, sin embargo, no se pudo alcanzar por “falta de sensibilidad de la población”. “A inicios de diciembre casi alcanzamos el 100% de la reubicación, pero lastimosamente, así como se ubicaban (en centros hospitalarios o de larga estancia), ingresaban. Un solo día entraron 22 adultos mayores en abandono”, dijo a este medio.
La jerarca detalló que el plan lanzado en noviembre pasado buscaba colocar a 106 adultos mayores, pero “era como meter agua en un canasto”.
“Esperamos que en este año nuevo, con la nueva estrategia presupuestaria y el llamado a las Organizaciones de Bienestar Social (OBS) y hogares de larga estancia, continuemos con una articulación más ágil para reubicar, pero más importante es que la población entienda que esta dinámica no se puede continuar y que el abandono es un delito”, enfatizó la ministra.
Yolanda Benavides, gerente general de Conapam, apuntó que de la iniciativa “Cero abandonados”, ejecutada por ambas entidades, quedaron tan solo 15 adultos mayores pendientes de colocar.
“Lo más lamentable fue que a como realizábamos las reubicaciones, aparecían nuevos casos que volvían a incrementar la lista. La labor fue titánica, logramos sacar a estas personas de situaciones infrahumanas o en riesgo para que hoy estén en un hogar de larga estancia donde reciben atención integral, con calor humano y de mucho respeto”, indicó.
Actualmente, el Código Penal establece que “quien teniendo la obligación de cuidar abandone a un adulto mayor en estado de vulnerabilidad, se le aplicará la pena de 10 a 100 días multa o de uno a 6 meses de prisión”.
La sanción será de seis meses a tres años de cárcel, si a consecuencia del abandono se pone en peligro la vida de la persona. En el caso de que resultara con daños graves, la pena incrementa de tres a seis años de prisión y si fallece, de seis a 10 años.
