Soy un hombre soltero de 29 años. Me siento muy confundido. Desde hace mucho me gusta una compañera de trabajo, pero nunca pasó nada entre nosotros. Ahora en la fiesta de Navidad de la oficina me contó que se divorció y estuvimos hablando y al final se dio la oportunidad de tener relaciones. Ella es una mujer muy atractiva, pero cuando estuvimos en la cama no me gustó, no sé qué pasó, pero hubo algo que desentonó y me desubicó.
– Existe la idea de que a los “hombres” todas las mujeres les gustan, y que en la cama “todas” resultan atractivas o excitantes, pero la realidad es muy diferente, a como existen los gustos en el diario vivir también existen en el área sexual. Así puede que una persona resulte muy agradable y atractiva en su interacción social, pero que no genere esa misma grata impresión desde el punto de vista sexual.
El atractivo sexual depende de la interacción de muchos factores, algunos difíciles de valorar así pueden ser determinadas características físicas, puede ser ciertas conductas, también influyen aspectos más sutiles como los olores corporales, y desde luego, el mismo comportamiento sexual al momento del encuentro íntimo. Y esto sucede tanto con los hombres como con las mujeres.
A veces, no se logra descifrar la razón, el motivo, la causa que provocó este desagrado, y en algunas ocasiones solo en subsiguientes encuentros sexuales se consigue discernir el origen del desagrado. Por el contrario, otras veces, es muy claro el motivo de esta apatía y dependiendo de las circunstancias y el interés en una relación más estable, se puede optar por modificarlo. Desde luego, en relaciones casuales y pasajeras este desatino queda como una experiencia negativa y nada más.