Un mal negocio podría ser la causa por la que un grupo de despiadados degolló al estadounidense Kurt Randy Heigi, de 64 años, en presencia de su compañera sentimental, la nicaragüense de nombre Marta Rafaela Blandón.
Tal como lo informó DIARIO EXTRA en su edición de ayer, los hechos se registraron en una calle de lastre en barrio Los Ángeles, 4 kilómetros hacia La Fortuna, en San Carlos.
Autoridades judiciales cuentan con muy pocos datos que ayuden a esclarecer el motivo por el que no tuvieron piedad con el extranjero, quien al parecer y según información con que cuentan algunos vecinos tenía unas empresas en Guatemala.
Este dato es indagado por el OIJ.
FINGIERON ESTAR VARADOS
Supuestamente y según lo que manifestó la mujer a los agentes, los hechos ocurrieron luego de que la pareja se topara con un automóvil que obstruía el paso.
En apariencia el norteamericano se bajó con el fin de ofrecerles ayuda. En ese momento los tipos lo sujetaron, caminaron unos 25 metros hacia un cauce y le dieron muerte.
El Periódico de Más Venta en Costa Rica conversó con la persona que auxilió a la sobreviviente.
“Cuando pretendía pasar el puente, una mujer prácticamente se me tiró en la tapa del motor, pensé que se trataba de un asalto, pero ella lloraba desesperada y me dijo que le habían matado el esposo.
Me señaló el sitio, por lo que ingresé y con la luz del celular me alumbré, lamentablemente había un cuerpo tirado”, declaró el hombre.
VISITABA PAÍS CADA 3 MESES
Heigi tenía una profunda herida en el cuello y parte de la cabeza. En la Dirección de Migración y el Poder Judicial indicaron que el gringo visitaba el país cada tres meses.
Las entradas al territorio nacional se incrementaron desde el 2007, pues en el reporte de Migración aparecen ocho mediante vuelos privados por el puesto de Peñas Blancas, Los Chiles y el Aeropuerto Juan Santamaría. Al parecer a Heigi le fascinaba pasar la Navidad y el año nuevo en Costa Rica, pues cada diciembre se incrementaban sus entradas y salidas entre febrero y marzo. Además había comprado una propiedad de 3 hectáreas en Los Ángeles de La Fortuna. Lugareños dijeron que el estadounidense se relacionada muy poco con los vecinos, supuestamente era de pocas palabras acerca de su vida privada. Al momento de la fatalidad regresaba junto a su amada de Chachagua. Autoridades decomisaron el automotor Isuzu en que viajaba la pareja y los judiciales descartaron el robo.