A sangre fría, con un puñal, lleno de odio y por un simple pleito de adolescentes, acabaron con la vida de Maximiliano Fernández González, de 17 años, joven que tenía toda una vida por delante y decenas de sueños por cumplir.
Ya pasaron dos años desde que lo mataron y en su familia el dolor sigue tan vivo como desde el momento en que recibieron la noticia, las lágrimas son inevitables para su madre Hilda González, quien desesperada sigue buscando respuestas de lo que pasó, pero principalmente sigue sin saber por qué el asesino de su hijo está libre, a pesar de que la policía lo señaló como tal desde un principio.
El muchachito estaba junto a un grupo de amigos el 5 de febrero de 2012 en Calle Zamora, San Ramón, cuando otro chavalo se acercó a insultarlos, por lo cual Fernández se levantó en defensa de sus amigos y la respuesta de su rival fue asestarle una puñalada al corazón, estocada que lo dejó sin vida minutos después en el centro médico del cantón.
A todo esto, la madre pide es justicia, que el asesino pague por lo que hizo, y pronto resuelva un tribunal esa situación que le cambió la vida, pues el sospechoso a la fecha está libre.
“No es justo, ya son dos años y no se ha llegado a ningún lado. Este señor no mató a un perro. Le mató todas las ilusiones. Les pido que hagan justicia porque este hombre anda como si no hubiera hecho absolutamente nada. Es un dolor muy grande que llevo en el corazón cada minuto, cada instante de la vida y ver uno que las leyes no hacen nada”, dijo entre llanto la madre del fallecido.
FECHA DE JUICIO LOS PUSO A DUDAR
La fecha del juicio estaba pactada para mayo, sin embargo, al abogado de la familia le notificaron que el Tribunal de San Ramón lo pospuso para enero de 2015, situación que molestó a la familia del muchacho.
Ante esto, el abogado David Hernández presentó documentación argumento que no estaban de acuerdo con el cambio de fecha y ayer les notificaron que el debate quedó para junio.
“Existe mucha prueba testimonial, personas que estuvieron en el momento del homicidio, que socorrieron a la víctima, hasta pruebas irrefutables como por ejemplo el cuchillo encontrado debajo de la cama del agresor que tenía sangre precisamente de la víctima, ahora esperemos que los tribunales apliquen con su sapiencia, una condena que por mala costumbre en este país se tiene que la persona sin antecedentes siempre se le impone la pena mínima”, explicó el querellante.