Casi cuatro años han pasado desde que Costa Rica implementó el Impuesto al Valor Agregado (IVA), el cual ha sido uno de los cambios fiscales más significativos en la historia del país. Durante todo este tiempo, se ha generado mucha controversia en torno a la implementación del IVA, con algunos sectores de la sociedad preocupados por sus efectos en la economía y otros defendiendo su necesidad como herramienta para el desarrollo del país.
Recuerdo una vez que una clienta llegó a mi oficina muy preocupada por la implementación del IVA. Me dijo que no sabía cómo iba a hacer frente a tantos impuestos y que temía que esto afectara su negocio. Le expliqué que el IVA no la gravaba directamente a ella, sino al consumidor final, y que, en su mayoría, los consumidores finales compran bienes y no tanto servicios. Le dije que, de hecho, ella podría recuperar cada mes lo que actualmente pagaba de IVA por la compra de insumos utilizados en su actividad económica.
Esta conversación refleja el desconocimiento que aún existe en torno al IVA en Costa Rica, tanto por parte de los consumidores como de los empresarios. Sin embargo, casi cuatro años después de su implementación, podemos decir que los temores iniciales se han disipado y que, en general, el IVA no ha sido tan malo como muchos temían.
Por supuesto, esto no quiere decir que el IVA no haya tenido algunos efectos negativos en la economía. Por ejemplo, algunos sectores de la población, como los más pobres, han sufrido el impacto del impuesto en los precios de los bienes de consumo básico, como la canasta básica. Además, algunos empresarios que ofrecen servicios enfocados al consumidor final, como profesores, por ejemplo, han visto reducida su capacidad de competir en el mercado, debido a la carga tributaria adicional que representa el IVA.
Sin embargo, también hay que destacar los beneficios del IVA. En primer lugar, el impuesto ha aumentado significativamente los ingresos fiscales del país, lo que ha permitido al gobierno invertir en infraestructura y programas sociales. Además, el IVA ha ayudado a reducir la evasión fiscal, ya que es un impuesto difícil de evadir debido a su estructura de cascada.
En resumen, a casi cuatro años de su implementación, el IVA en Costa Rica no ha sido tan malo como muchos temían. Si bien ha tenido algunos efectos adversos, los cuales me atrevo a decir que son mínimos, también ha generado importantes beneficios para la economía y las finanzas públicas del país y, principalmente, para el flujo de caja de los contribuyentes. Por lo tanto, es importante continuar informando y educando a la población sobre el impuesto, para que puedan entender cómo funciona y cómo pueden beneficiarse de él.
*Contador Público Autorizado Colegio de Contadores Públicos de Costa Rica