Una de las principales preocupaciones del Colegio de Nutricionistas es que muchos ticos tienen trastornos de la conducta alimentaria, los cuales resultan comunes en ambos sexos, sin embargo, afectan más que todo a las mujeres, pues muchas veces no se sienten cómodas con su físico.
Profesionales en esta rama de la medicina visitaron DIARIO EXTRA para explicar más a fondo estos padecimientos. Además, buscan dejarle claro a la población que estos trastornos pueden atacarse abordándolos adecuadamente con expertos en la materia.
Norma Meza, presidenta del Colegio; Juan Fernando Arias, director ejecutivo; y Rossana Mauro, especialista en trastornos de la conducta alimentaria, aseguran que las personas deben comer todo tipo de alimentos.
¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?
-Son padecimientos mentales que están descritos en el manual estadístico y diagnóstico de las enfermedades mentales DSM5, que es el manual de referencia para psicólogos y psiquiatras para poder diagnosticar y abordar las enfermedades mentales.
¿Cuáles serían los principales síntomas?
Hay diferentes síntomas, tanto emocionales como de ingesta de alimentos. Podríamos pensar que son enfermedades emocionales, ahorita se les llama biológicamente determinadas y tiene mucho que ver el cerebro y pasa a nivel emocional. Se expresan de muchas formas, pero además sobre el cuerpo, entonces la persona cambia de actitud con la comida y su forma del cuerpo como respuesta a esa actitud y comportamiento de los alimentos.
¿Qué es la anorexia?
La anorexia nerviosa, hay un criterio inicial que consiste en que la persona reduce la cantidad de alimentos que consume al punto de bajar el peso más de lo que debería estar. Esto afecta la salud física y mental, el paciente tiene miedo de aumentar el peso y se da por razón emocional y cerebral, pero además el solo hecho de pensar en aumentar de peso da pánico, la persona se ve diferente, tiene una distorsión de su imagen corporal.
¿Qué es la bulimia?
En la bulimia, no tenemos un peso determinado, típicamente se dice que se da en personas con sobrepeso, pero una persona con peso bajo también puede padecerla. También se dan atracones, la persona come gran cantidad de comida y en algún momento se ve la necesidad de hacer algo para sacarla.
Ustedes hablan de atracones. ¿En qué consisten?
-Es otro trastorno, igual que la bulimia, pero no hay conducta compensatoria, es decir no se busca cómo sacar esos alimentos del cuerpo. La persona come más rápido de la cuenta, en secreto, sensación de culpa. No hay estadísticas, pero, a nivel mundial, se dice que hasta el 80% de gente con sobrepeso podría tener el trastorno.
Además de estos, ¿hay alguno que pueda catalogarse como nuevo?
-La ortorexia, a este trastorno se le llama como uno de los nuevos, es cuando una persona se obsesiona porque la comida sea pura biológicamente, la persona va a interesarse en todos los ingredientes que tiene el alimento, quién lo preparó, de dónde vienen los ingredientes y aquí no vemos que haya una distorsión de la imagen, la persona no se ve gorda, no necesariamente ha bajado peso, pero sí está angustiada invirtiendo tiempo en calcular que todo sea perfecto. Básicamente, la persona se preocupa más por la calidad de los alimentos que del placer de consumirlos, esto hace que se disminuya la calidad de vida. Hay culpabilidad si no se cumplen las convicciones, hay planificación excesiva y aislamiento social.
¿Influyen los gimnasios para que una persona padezca alguno?
-Hay que enseñarles a los niños y adolescentes qué es un ejercicio saludable y cuáles características hay, y dentro de ellas está no tener que hacer exceso de ejercicios para bajar o qué se comió, no cambiar alimentación por los ejercicios si no es de alto rendimiento.
¿Existen los que se relacionan con el deseo de hacer ejercicios?
-El trastorno de la vigorexia es de dismorfia corporal, no es propiamente de alimentación, pero significa o quiere decir que la persona tiene distorsión de su imagen, de tal manera que no logra percibir la cantidad de músculo que tiene y, a pesar de ser musculoso, se ve como una persona corriente. Eso lleva a que abuse con ayudas de suplementos, lleva a la persona a hacer ejercicios en exceso, se afecta la autoestima, su funcionamiento social.
¿Qué problemas se pueden tener al consumir estas proteínas?
En todos los gimnasios ahora venden proteínas y ayudas, pero el problema es también que no se cambia o ajustan la alimentación y los riñones reciben sobrecarga de proteína muy grande, que por mucho tiempo puede llegar a producir un efecto contraproducente. Lo importante es el balance y es lo que promovemos.
¿Es fácil determinar si una persona los padece?
-No se puede ver a una persona y determinar si tiene un trastorno alimentario, esto es una enfermedad silenciosa, se detecta hasta que la persona la confiese y reconozca que tiene un problema de trastorno con la conducta alimentaria.
¿Se pueden relacionar con la ansiedad?
-La gente a veces dice ansiedad y es un término muy grande, decir que está ansioso es como decir que se tiene miedo o se está nervioso, es algo muy grande y si una persona lo dice muy seguido puede ser que tenga un trastorno.
¿Cuántas personas enfrentan estas enfermedades silenciosas?
-No tenemos estadísticas de prevalencia de trastornos, tenemos tres estudios específicos que nos dan riesgos, por factores, que ciertas poblaciones están en cierto riesgo. La Encuesta Nacional de Nutrición del 2009 mostró que el 24% de las mujeres, entre edad de 20 y 44 años, tenía un riesgo de trastorno de la alimentación, eso es bastante grande. Esto fue hace 10 años, es gente que podría estar presentando ese trastorno, en ese caso, en esa encuesta se vio que el 3% usaba laxantes como forma de controlar el peso.
¿Y en temas de adolescentes que datos se tienen?
En el 2014, un estudio que hizo la UCR en adolescentes de 9, 10 y 11 años, mostró que el 9,4% de las mujeres tenía riesgo de trastornos de la alimentación y el 2,3% de los hombres. Siempre se ha considerado que hay más riesgo en los adolescentes, pero ahora se ve con igual cautela la población de niños, aparecen desde los 6 y 7 años, hasta adulto mayor.
¿Qué otros hallazgos han realizado?
Entre la UCR, Inciensa y la UNED hicieron un estudio en 2016 con 2.626 estudiantes de 64 centros educativos y lo que vieron fue alarmante. El 37% dijo contar las calorías, el 31% evita comer harinas, o sea carbohidratos, mientras que el 14,2% siente culpabilidad al comer. Se suma que al 10,9% de los estudiantes les gusta sentir el estómago vacío y el 57,7% de los encuestados están descontentos con su imagen. Finalmente, el 35,9%, aunque tenía peso normal, se sentía con sobrepeso.
¿Por qué las mujeres se ven más afectadas?
-Eso no está contestado al 100%, se puede decir que hay más estrés por la idealización de la figura femenina, más exigencia puesta sobre cómo se debe ver una mujer físicamente y se dice que hay 9 mujeres por un hombre. Se podría decir también que la mujer trata de cumplir con diferentes roles, no solo el de mujer como persona sino de mamá, de trabajadora, esposa, entonces no es que para nada los roles sean culpables, sino que las mujeres tienen muchas exigencias, algunas autoimpuestas, otras socialmente, eso las hace más vulnerable. Podemos hablar de cambios vulnerables, redes sociales, son muchos temas.
¿Qué presión se da en los hombres?
-En el caso de los hombres, la presión no viene tanto a la delgadez, sino a la cantidad de músculo que se debe tener, muchos hombres batallan con la insatisfacción por no tener suficiente músculo y en algunas poblaciones que sí se han estudiado, como los homosexuales, hay mayor riesgo, se dice que hay hasta 10 veces más de riesgo. Es una población vulnerable.
¿Se involucra la familia en estos casos?
– La familia es importante, porque a veces se convierte en el torturador de los niños, pero también es el apoyo y solución. Aunque actualmente las investigaciones muestran que no se puede atribuir a la familia como la causa, es uno de los eslabones.
¿Puede el embarazo ser factor disparador en la conducta alimentaria?
-Hay cambios hormonales, se aumenta de peso, se pierde la figura, pero no se ha estudiado mucho, sí se ha visto una situación de riesgo para personas que han tenido trastornos alimentarios, aunque ya hayan llevado un proceso de recuperación. Aquí se habla de la pregorexia, se está tratando de estudiar para ver si realmente hay un trastorno asociado al embarazo.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
-Parte de los factores de riesgo es pensar que todos debemos tener el mismo cuerpo, la forma, en si se debe tener más de una cosa, menos de otra, es como pensar que se debe tener la misma estatura. Lo que se debe enseñar es que cada uno tiene un cuerpo diferente, hay que hacer lo que se necesita, por medio del movimiento, alimentación balanceada, dormir bien, manejo del estrés, tener espacio de recreación para que el cuerpo pueda funcionar bien y estar en un buen lugar de acuerdo a sus características personales.
¿Cómo detectar esas señales de alerta?
-La persona se empieza a preocupar porque todo sea natural y cambia sus hábitos alimentarios, todo lo que comía ya no quiere y a veces pone excusas de que ya no le gusta, se deja de comer con la gente, comen solos, el decir que están llenos, hay sentimiento de culpa al decir que no se tuvo que comer mucho. Algo importante, y casi nunca se sospecha, es cuando se empieza a perder comida en la casa, nadie dice que se lo comió, aquí, puede haber presencia de atracones al comer en la noche y nadie los ve. Casi siempre en un trastorno de alimentación la pérdida o aumento es rápido, por la gran cantidad de comida que se come.
¿Cómo se procede cuando se detecta?
-Lo importante es que a los afectados no les dé pena, la gente a veces no pide ayuda por temor a ser juzgado, no hay que sentir que es algo malo, nadie elige enfermarse con un trastorno de alimentación, pero una vez que se enferma, hay que buscar ayuda y entender que la recuperación es posible, no pensar que en la casa se puede resolver y que dándole comida o hablándole va a ser suficiente.
¿Qué tan complicada puede ser la recuperación?
-Realmente la mejor manera para recuperarse es tener un tratamiento interdisciplinario con médico, nutricionista y psicólogo, estar en tratamiento todo el tiempo que sea necesario, porque también, cuando hay un trastorno de alimentación se asocian otros aspectos, puede haber depresión, un trastorno de ansiedad, algo a nivel de la familia que tiene que cambiar.
¿Son riesgosas las dietas que se encuentran en Internet?
-Eso puede ser bastante dañino, nosotros recomendamos asistir donde un nutricionista porque le dará un plan de alimentación que se va a ajustar a sus necesidades, hábitos, condición, actividad física, entre otros. En Internet encontramos de todo, pero el profesional más idóneo para prescripción de dieta es el nutricionista, lo podemos hacer con variedad de herramientas y técnicas tomando en cuenta todas las condiciones de salud. Hay muchas maneras de promover un estilo de vida saludable. Hay que tener cuidado con hacer cualquier dieta de Internet porque no está calculada individualmente y ese es uno de los factores de riesgo para un trastorno de alimentación: hacer una dieta severa, restrictiva, que el cuerpo no necesita.
Extradirecto
Nutricionistas: Calidad de vida
Nutrición: Conciencia de la prevención
Trastornos de conducta alimentaria: Enfermedades serias, prevenibles y recuperables
Salud: Completo bienestar
Ejercicios: Parte de estilo de vida saludable
Dietas: Plan de alimentación ajustado a necesidades de las personas
Familia: Lo máximo, apoyo, aprendizaje