Quizás la cárcel del Roble de Puntarenas era el sitio más seguro para el exconvicto Rubier Yamil Gatgens Castillo, de 25 años, quien encontró la muerte al ser impactado por 8 tiros mientras gozaba de la libertad.
A la víctima la atacaron la madrugada de ayer, mientras recorría en bicicleta los alrededores de Barranca, Puntarenas; justo a un costado del centro educativo Augusto Colombari y frente a las oficinas del CNP.
Informes preliminares de la Policía Judicial indican que las 12:35 a. m., Gatgens era perseguido por un grupo de hombres que viajaban en un vehículo. Los tipos, quienes no mediaron palabra alguna, se le acercaron y sin compasión descargaron todo el magazine.
Lugareños escucharon alrededor de 8 balazos y en seguida el chillido de las llantas del automotor que abandonaba la escena. En apariencia, el hoy occiso antes de que los últimos perdigones lo alcanzaran trató de ponerse a salvo y corrió hasta desvanecerse en el pavimento.
COMO COLADOR
El exconvicto presentaba heridas en cuello, cabeza, espalda, antebrazo y muslo derecho, así lo afirmó el paramédico Warner Bustos, tras declararlo fallecido.
Mientras los oficiales de la Fuerza Pública custodiaban la escena, aseveraron que el fallecido tenía expediente policial por robo agravado y lesiones con arma de fuego. Según trascendió, tenía escasos días de haber salido del centro institucional, no obstante todos estos datos apenas están siendo investigados por los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes también averiguan por qué la víctima andaba en la calle
En el sitio, autoridades decomisaron casquillos, identificaron la huella de frenado y recopilaron otras evidencias que ayudarán a esclarecer las verdaderas causas por la que le cobraron la vida a Gatgens.
A algunos testigos les pareció que el vehículo utilizado para seguirle el rastro es de color verde; los datos están bajo indagación. Los restos fueron enviados al Complejo de Ciencias Forenses, donde se determinará cuántos tiros lo acabaron.