Moscú. (AFP) – Al menos 63 militares rusos murieron en un ataque de las tropas ucranianas en la localidad de Makiivka.
Según Igor Konashenkov, portavoz del ministerio de Defensa ruso, \”cuatro misiles\” golpearon \”un centro de despliegue temporal\” del ejército ruso en Makiivka.
Además precisó que se trató de un ataque con lanzacohetes Himars, un tipo de arma entregada por Estados Unidos a Ucrania, y afirmó que sus fuerzas abatieron dos de los seis misiles.
“El ataque se produjo debido a la utilización de teléfonos móviles por parte de los militares que acababan de llegar al frente (de guerra). Eso permitió que el ejército ucraniano los geolocalizara”, explicó Konashenkov.
\”Se está prestando toda la asistencia y el apoyo a las familias y los seres queridos de los militares muertos\”, agregó el funcionario.
El ejército ruso, que rara vez divulga sus bajas, nunca había informado de tantas pérdidas en un solo ataque.
El ejército ucraniano reconoció que bombardeó hasta 10 vehículos y un número indeterminado de militares en Makiivka, región de Donetsk.
OFENSIVAS
La violencia y ataques no cesan entre ambas naciones. En las primeras horas del año nuevo Kiev, capital ucraniana, sufrió un nuevo ataque aéreo y la ciudad fue puesta bajo alerta.
“¡Permanezcan en refugios! ¡La alerta aérea está activa en la capital!”. imploró Serguéi Popko, jefe de la administración militar de Kiev.
El alcalde Vitali Klitschko, por su parte, reportó una explosión en el distrito nororiental de Desnyanskyi y aseguró que \”todos los servicios de emergencia están de camino\”.
“Los ocupantes rusos (…) dispararon 16 veces con lanzacohetes múltiples, en particular contra el hospital infantil de Jersón\”, detalló.
Jersón se encuentra en el sur de Ucrania y constantemente es bombardeada por las tropas del Kremlin.