Manila. (AFP)- Al menos cinco personas murieron en un terremoto de 7,0 grados de magnitud que sacudió el norte de Filipinas, pero que se sintió hasta la capital Manila, a más de 300 km del epicentro.
El sismo de poca profundidad tuvo su epicentro en la provincia montañosa de Abra, en la isla principal de Luzón, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
El fuerte temblor provocó más de un centenar de heridos en la región y dañó edificios por decenas de desprendimientos de tierra y cortes de electricidad.
Dos trabajadores de la construcción murieron en la provincia de Benguet y una mujer de 23 años falleció aplastada cuando se cayó un muro en el municipio de Bangued, situado en la provincia de Abra, donde se notificaron al menos 78 heridos.
Otra persona perdió la vida al precipitarse de una obra en la región de Kalinga. Otros seis trabajadores resultaron malheridos.
Las fuerzas del orden informaron que una anciana en el municipio de Suyo, en la provincia de Ilocos Sur, pereció después de que un desplazamiento de tierra la sepultara mientras caminaba.
En la ciudad de Dolores, que sintió la fuerza total del movimiento telúrico, personas aterrorizadas salieron corriendo de sus edificios y los ventanales de un supermercado local se quebraron, dijo a AFP el mayor policial Edwin Sergio.
Videos verificados publicados en Facebook mostraron daños en el histórico campanario de Bantay, una conocida atracción turística. Dos visitantes fueron heridos levemente por la caída de escombros, indicó un responsable.