Durban. (AFP) – Después de una semana de inundaciones que causaron al menos 448 muertos, Sudáfrica comenzó ayer martes a evaluar los graves daños que han devastado la región de Durban, en la costa este.
Las lluvias torrenciales y los desprendimientos de tierra provocaron el caos en la ciudad portuaria de 3,9 millones de habitantes, debido a carreteras destrozadas, puentes derrumbados y canalizaciones abiertas.
“Estas inundaciones son las peores que jamás hayamos visto”, dijo la ministra Nkosazana Dlamini-Zuma, a cargo de la gestión de desastres, en una conferencia de prensa.
“El impacto de estas inundaciones está mucho más allá de la provincia”, agregó.
Un alto funcionario del gobierno local informó que el martes se recuperaron cinco cadáveres, llevado el balance de fallecidos a 448.
Más de 600 escuelas resultaron dañadas por las inundaciones y 101 quedaron inaccesibles.
“La cifra preliminar (de daños) es de 442 millones de rands (30 millones de dólares) y eso solo se relaciona con la infraestructura. Muchas cosas están dañadas en las escuelas”, dijo la ministra de Educación, Angie Motshekga, después de inspeccionar los daños en algunas escuelas de Durban.
El presidente Cyril Ramaphosa declaró el lunes el estado de catástrofe nacional que debe permitir el desbloqueo de recursos excepcionales.
“El principal desafío es el (suministro de) agua”, explicó el ministro de Sanidad, Joe Phaahla, al salir de un hospital donde los pacientes usan baldes para lavarse y usar los sanitarios.
Los camiones cisterna intentan transportar agua a la población, pero algunas zonas siguen siendo inaccesibles.
Las autoridades declararon haber restablecido la electricidad prácticamente en todos los sitios, pero el país está plagado de nuevas interrupciones, debido a la deteriorada infraestructura de la empresa pública Eskom.