Más de una tercera parte de las vacunas contra el covid-19, adquiridas por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en 2024, fueron desechadas porque no pudieron aplicarse.
Según confirmó la institución ante consulta de Diario Extra, la tasa de desperdicio es del 34%, por lo que de las 110.000 adquiridas, 37.400 terminaron en la basura.
Aunque no precisó cuánto representó esta pérdida en términos económicos, se estima que ronda los $500.000; es decir, aproximadamente ¢259 millones al tipo de cambio actual.
La última compra realizada en 2024 a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) costó $1.445.512,50, por lo que por cada dosis habría pagado al menos $14.
Deben tener un cuidado especial porque en caso de sacarse de su entorno y no aplicarse rápidamente se tienen que desechar.
“Las vacunas deben tener un cuidado especial, ya que en caso de romper el entorno necesario se echan a perder. Es clave que el sistema de salud cuente con los equipos de almacenamiento, protocolos de mantención y sistemas de control de temperatura”, explicó Marisol Salgado, experta en el tema.
Datos del Ministerio de Salud revelan que a setiembre de 2024 apenas 10.662 personas se aplicaron el refuerzo anual; o sea, se llevaba una cobertura menor al 1%.
Estrategia para perder menos
El Ministerio de Salud planea aplicar de forma simultánea las inyecciones contra el covid-19 y la influenza estacional durante la campaña de este año.
Mary Munive, titular de esa cartera, explicó a Diario Extra que la idea de esta estrategia es no perder dosis por no aplicarse en el tiempo establecido.
“No hay contraindicación para aplicarlas al mismo tiempo y lo más importante es que aprovechamos el recurso humano y la oportunidad que tenemos a la persona. Así no perdemos esa gran oportunidad”, aseguró.
De acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, ambas pueden aplicarse de forma sucesiva o simultánea sin representar un problema o algún riesgo mayor para la persona.
Para este año la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiologia (CNVE) pretende que la campaña empiece mucho más temprano, en el segundo trimestre del año.
Lo anterior porque en el pasado las jornadas empezaron en el segundo semestre de 2024, aunque debió comenzar en abril.
Refuerzo se aplica anualmente
Los costarricenses, especialmente la población en riesgo, deben inmunizarse en forma anual contra el covid-19.
Tatiana Murillo, microbióloga experta en virus, explica que el principal objetivo de la vacunación es generar el “efecto rebaño”, ya que muchas personas inoculadas dificultan su transmisión.
“Son de suma importancia para prevenir infecciones y enfermedades producidas por microorganismos. Su creación representa hitos históricos científicos que han permitido reducir la mortalidad en infantes y adultos, y en general incrementar la expectativa de vida del ser humano.