Qamishli. (AFP) -El grupo Estado Islámico (EI) está intensificando sus ataques en Siria, donde una emboscada mató el lunes al menos a 26 combatientes del régimen, en medio de advertencias de la ONU sobre la \”amenaza\” planteada por los yihadistas y sus familias en los campamentos de desplazados.
Los yihadistas tendieron una emboscada a los combatientes que realizaban operaciones de barrido cerca de la ciudad de Mayadin, en la provincia de Deir Ezzor, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
En las filas del régimen, al menos siete soldados murieron, de acuerdo con el OSDH, así como 19 milicianos aliados, sirios en su mayoría. Según la oenegé, también murieron 11 yihadistas.
Pese a la caída de su \”califato\” en marzo de 2019, el EI sigue perpetrando mortíferos ataques, sobre todo en el desierto de Badiya, que se extiende desde las provincias centrales de Homs y Hama, hasta la de Deir Ezzor, en el extremo este.
Los ataques de los yihadistas se dirigen contra el ejército del régimen de Bashar al Asad, que a su vez se apoya en ataques aéreos del aliado ruso, y también contra las fuerzas kurdas.
En uno de los ataques del EI más mortíferos desde la caída del \”califato\”, al menos 37 soldados del régimen murieron a fines de diciembre.
Al menos 14 personas fueron asesinadas desde principios de 2021, tres de ellas por decapitación, en el campo de Al Hol, indicó este lunes un responsable local.