La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) vigila con una lupa la operación de las empresas envasadoras de gas tras abrir una serie de procesos legales.
De acuerdo con el ente regulador, 26 investigaciones siguen abiertas contra diferentes compañías que distribuyen el producto a personas o establecimientos comerciales.
Asuntos de calidad, facturación, prestación no autorizada del servicio público y otros llevan a la Aresep a abrir procedimientos contra las empresas envasadoras.
La entidad registra 13 casos abiertos por mal estado del producto distribuido, 10 por temas de facturas y solamente 3 por no contar con el permiso para la venta.
MILLONES EN MULTAS
La Aresep de 2018 a 2024 ha impuesto un total de 11 multas a Gas Nacional Zeta, Tomza de CR, Blue Flame Technology y Super Gas.
Una de las compañías más reconocidas en el país es la más sancionada con un total de ¢24.041.000. Se trata de Gas Nacional Zeta, la cual ha incurrido en faltas en cinco ocasiones.
La totalidad de sanciones traducidas en dinero suman ¢46.804.000.
“Las empresas han recurrido estas disposiciones, incluso en procesos judiciales, no obstante, la Aresep ejerce sus competencias de ley para sancionar a las empresas que incumplen condiciones de prestación del servicio”, informó.
“La reiteración de conductas sancionadas por incumplimiento de obligaciones de las empresas que brinda servicios públicos faculta a la Aresep para el inicio de proceso administrativo para declarar la revocatoria de la concesión”, agregó.
GAS DE RECOPE
Por otro lado, las personas que adquieren gas para cocinar u otros usos pueden estar tranquilas en cuanto a la calidad del producto, pues cumplió con los estándares.
Aresep en 2023 no encontró ninguna anomalía en los parámetros del combustible que distribuye la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).
“No se observan incumplimientos sobre el RTCA 75.01:21:19. Respecto al año anterior la mezcla mantiene una composición media y variabilidad similar tanto en propano (69,25% en 2022) como en butano (27,26% en 2022)”, indica el Informe Anual.
“La mezcla de 2023 muestra una menor variabilidad, con una disminución en la composición media de propano y un aumento en butano respecto a los valores obtenidos en 2022, volviendo a valores similares a la mezcla de 2021”, añade.
Este estudio se publica en medio de las irregularidades que encontró la Aresep referentes a cilindros en mal estado, por lo que advirtió una posible alteración en la cadena de valor.
“El seguimiento de las variables de composición y densidad en envasadoras se realiza para protección del usuario ante posibles variaciones de la calidad a lo largo de la cadena de valor, verificando la presencia de odorizante y la proporción de butano en los cilindros, así como para realizar ajustes de calidad y densidad vía tarifa”, argumenta.
El ente regulador obtuvo este diagnóstico con base en 425 muestras de la mezcla de gas licuado de petróleo (GLP) realizadas por Recope en la terminal de Moín, Limón.
“Al igual que en 2022, al comparar las mediciones en Recope versus envasadoras, no se observa por parte de Recope un reporte de los valores extremos de odorizante detectados en las envasadoras”, indicó.
“En las plantas se detectó hasta 53 ppm de etilmercaptano y en la terminal se reporta un máximo de 27 ppm, dado que el método utilizado por la Refinadora posee una alta incertidumbre en la determinación de este parámetro, se dificulta la comparación y el control de riesgos en la odorización”, señala la Aresep.