En menos de una semana dos granjas fueron consumidas por el fuego dejando como resultado miles de animales calcinados.
Ante esta situación, las autoridades hacen un llamado para que los dueños de estos lugares presten atención a las instalaciones eléctricas, pues representan una de las principales causas de incendios.
Además, Allen Moya, jefe de la sección de Investigación de Incendios del Cuerpo de Bomberos, señaló que otra amenaza en las fincas es la mezcla de materiales combustibles.
“Existe una combinación de factores que podrían desencadenar uno de estos hechos, por ejemplo, la combinación de materiales combustibles que se utilizan como aislantes, además, tenemos electricidad y en algunos casos gas. Esto puede aumentar los riesgos”, dijo.
En Ciudad Quesada de San Carlos el fuego acabó con una bodega de 600 metros cuadrados en donde había 60.000 pollos, los cuales murieron completamente quemados. Lo mismo ocurrió con cerca de 300 cerdos en una granja de 300 metros cuadrados en Sarapiquí. En esta ocasión, gracias a la rápida acción de los cuerpos de rescate se logró salvar a 350 animales más.
Moya recomendó a los propietarios de granjas cumplir con todos los protocolos de construcción. “Uno de los consejos que les puedo dar es que sigan la normativa, se asesoren bien con un profesional del Colegio de Ingenieros y Arquitectos para que la instalación sea lo más segura tanto para las personas que trabajan ahí como para los animales”, externó.