Un grupo de 16 senderistas se salvó de milagro cuando el microbús en que viajaban cayó a un barranco de 100 metros y se introdujo en el cauce de un río, pues se bajaron 200 metros antes del sitio en que se produjo el percance.
Según comentaron a DIARIO EXTRA quienes viajaban en esta buseta, el vehículo venía presentando problemas mecánicos, por lo que el conductor decidió que los pasajeros se bajaran. Este buen juicio por parte del chofer permitió qué los turistas, quienes venían en su mayoría de la zona de Heredia, no sufrieran daño alguno.
“Nosotros veníamos a hacer una caminata aquí al cañón de Pandora, en las inmediaciones del volcán Turrialba, ya veníamos de regreso, inclusive veníamos todos cansados, cuando el chofer del microbús nos dijo que él sentía como que el microbús estaba fallando, entonces nos indicó que mejor nos bajáramos, porque nosotros íbamos a almorzar a un restaurante relativamente cerca, que estaba de aquí a un kilómetro. El chofer me dijo ‘mirá, voy a esperar un ratito a que se enfríen los frenos y ya los alcanzo en el restaurante’, sin embargo, después vimos las ambulancias subir y nos llamaron que la buseta se había ido”, externó Mario Quirós, pasajero del microbús.
“Que nosotros nos bajáramos de esa buseta es un milagro, ahí estaríamos muertos todos, realmente esto es un milagro, se debe contar como un testimonio de vida”, enfatizó Quirós.
Otro de los pasajeros que se notó agradecido fue Mario Alfaro, un adulto mayor que participó en la caminata, y quien enfatizó que el día de este accidente sería como su segundo cumpleaños.
“Esto es como volver a nacer, es que estuvimos tan cerca de la muerte que es como decir que Dios nos dio una segunda oportunidad para seguir viviendo, todos realmente consideramos que esto es un milagro”, comentó.
Sin embargo, al Periódico de Más Venta en Costa Rica le señalaron que no todas las personas se querían bajar, este es el caso de Angélica Osorio, colombiana residente en el país desde hace 6 años.
“Yo venía en el grupo, sin embargo, no me quería bajar de la buseta porque venía muy cansada, porque llevábamos 7 horas caminando, además porque me trató de dar un desmayo en medio de la caminata, entonces estaba yo medio maluca y me dolían los pies, incluso yo le dije a una compañera que yo no quería bajarme, que me quería quedar aquí, sin embargo, ella me insistió y me bajé, después me iba a devolver porque se me quedaron mis papeles ahí, pero ella me insistió qué pagara por Sinpe”, declaró al Diario del Pueblo.
Al igual que sus compañeros de paseo, Osorio mencionó que solo Dios pudo salvar la vida de todos.
Y aseveró: “Una segunda oportunidad que le está dando a uno para estar aquí, yo creo que es un día que no se va a olvidar nunca”.
¿Y EL CHOFER?
Para el rescate del chofer en el guindo de 100 metros se hicieron presentes la Cruz Roja Costarricense y el Cuerpo de Bomberos, quienes efectuaron maniobras de rescate vertical por alrededor de 5 horas hasta lograr la extracción del hombre, quien resultó ser otro milagro en Turrialba, pues solo presentaba golpes menores.
“Se nos indica un vuelco de un microbús, esto en el sector de Santa Cruz, La Pastora, inmediatamente la Cruz Roja moviliza 7 unidades, entre ellas una de soporte avanzado y una unidad de rescate, al llegar la primera unidad lo que confirma es un vuelco de una buseta en un guindo”, afirmó Mauricio Mendoza de la Cruz Roja Costarricense.
Wilbert Figueroa, del Cuerpo de Bomberos, confirmó que fueron necesarias labores de rescate vertical en conjunto con la Cruz Roja para sacar a esta persona.
“Al llegar al sitio, constatamos que el vehículo que cayó a100 metros de profundidad presentaba un hombre dentro de la buseta, y junto con Cruz Roja hicimos el rescate vertical”, compartió.
RESCATE
DIARIO EXTRA estuvo presente en el momento que sacaron al hombre del precipicio de 100 metros y hasta el momento en que lo subieron a la Unidad de Cruz Roja. De este modo, fue posible observar cómo iba consciente, incluso venía hablando con los paramédicos, pero lo remitieron al hospital Max Peralta con el fin de valorar algún daño no visible. No obstante, antes de irse sus compañeros de viaje pudieron conversar con él.
Myriam Picado, otra de las excursionistas, hablócon el joven y dijo a este medio que el chofer iba bastante optimista.
“Estábamos interesados en saber que él estuviera bien, él nos dijo que se siente bien, dentro de lo que cabe, pero nos contestó y sabe que somos nosotros, además nos dijo que ya habló con la familia”, acotó.
Así las cosas, este grupo de 17 personas tuvo la dicha de regresar a su casa con una nueva anécdota por contar y sabiendo que son el milagro de Turrialba