Exceptuando el servicio oficial que se ofrecía esporádicamente entre la Capitanía General de Guatemala hasta David en Nueva Granada, atendido en Cartago por un Teniente del Correo Mayor de Guatemala, nuestro país careció de un correo durante los siglos posteriores al Descubrimiento. Y de la época prehispana, los investigadores no han logrado encontrar rastros de que un servicio como tal haya existido. Nunca tuvimos ni por asomo eficientes servicios como los de Perú y Colombia o los de los mayas o los de los aztecas.
No fue sino hasta finales del siglo XVIII, estimulado por el cultivo del tabaco, que se inició un correo básico instituido por la Corona a través de la Dirección para la Renta del Tabaco, que cobijaba a todas las provincias del Reino de Guatemala, y cuyo fin básico era controlar, a través de factorías y tercenas, los cultivos de la hoja y el pago subsecuente de impuestos.
Luego, en 1839, el reglamento de Hacienda estableció el Servicio Nacional de Correos.
OFICINA CENTRAL DE CORREOS DE COSTA RICA
Así, el servicio de correo se establece desde 1834 entre San José, Cartago y Alajuela, consolidándose para 1847, cuando vía decreto, nació la Oficina Central de Correos de San José, de donde dependerían las diversas oficinas postales que se irían creando por todo el país.
Para el 24 de abril de 1914 se le adjudica el proyecto a la empresa The English Construction Co. Ltd, por la suma de £27.114 (veintisiete mil ciento catorce libras esterlinas), y el contrato es firmado el 7 de agosto de 1914, durante la administración del Lic. Alfredo González Flores.
El edificio fue construido bajo la dirección del arquitecto catalán Luis Llach Llangostera y fue terminado en octubre de 1917 y ocupado por el ministerio de Hacienda en el segundo piso y la Oficina central de correo y telégrafos en la planta baja.
Para el 14 de octubre de 1980 se le declaró Reliquia de Valor Histórico y Arquitectónico. Cinco años después, en 1985, se crea el Museo Filatélico de Costa Rica, que se encuentra en el segundo piso; donde como mencionamos, antes estaba la sede del ministerio.
En el año 2008 este edificio se declaró ganador del concurso \”Salvemos Nuestro Patrimonio Arquitectónico\”; cuyo premio consistió en una restauración completa de su fachada que tuvo un costo superior a los 100 millones de colones y fue propuesta por el arquitecto Sergio Arguedas Chaves. Mientras que Correos de Costa Rica invirtió 300 millones más para reparaciones en el interior del inmueble.
LA ESTAMPILLA DE CORREOS
En cuanto a los sellos postales, el Gobierno debió llamar a un grupo de \”notables\” para que estudiaran nuevos sistemas de franqueo de correspondencia, sobre todo el que había sido instaurado por Gran Bretaña desde 1840 que consistió en pedacitos de papel engomado con diversos valores faciales que permitían ser adheridos a las cartas, facilitando así el pago por el servicio.
Y fue en abril del año 1862, cuando este grupo de intelectuales presentó sus conclusiones en un informe que dio lugar al decreto No. 2 del 9 de setiembre de ese año, mediante el cual se establecía la producción de dos sellos de correo: uno azul para la correspondencia interna, con valor de 1/2 real, y otro rojo para la externa, con valor de 2 reales. Pocos meses después, se encargó a una impresora de los Estados Unidos, la American Bank Note, para la confección de ambos valores. Estos llegaron a Costa Rica en marzo del año siguiente, 1863, y fueron puestos a la venta el 10 de abril, hace 150 años.
Algunos meses después fue necesario pedir la impresión de otros valores de esta primera emisión postal para franqueos más altos. Así nacieron los sellos postales de 4 reales verde y de un peso amarillo.
LA TRANSFORMACIÓN DEL PAÍS Y LA CORRESPONDENCIA POSTAL
El crecimiento del país posterior a la independencia fue constante, al igual que el intercambio epistolar dentro y fuera de la república. A esto contribuyó, indudablemente, la facilidad que dieron los sellos postales al franqueo de correspondencia. En estos días, en que se celebran los 150 años de la primera emisión de sellos postales en nuestro país, la filatelia nacional se encuentra de plácemes. En octubre próximo, en las instalaciones de la antigua Casa del Cuño, se celebrará una exposición filatélica en la que se exhibirán colecciones de esta primera emisión, con cartas y piezas filatélicas de gran calidad.