Con poco más 27.000 hectáreas quemadas y 141 incidentes registrados, el 2024 cerró como el año con mayor número de incendios forestales de la década, sin embargo, ninguna de las denuncias ambientales pudo concluir con una condena.
Pese a que el vandalismo y la caza son las causas que provocaron alrededor del 51% de las emergencias, el Cuerpo de Bomberos explicó a Diario Extra que la falta de testigos y pruebas dificulta que se pueda abrir una acusación.
“No hay mucha evidencia física que se pueda encontrar, hay que recurrir a los testimonios de testigos y generalmente las personas no quieren tener problemas con vecinos, entonces no acceden a denunciar, lo que permite que el asunto crezca, mientras que la impunidad de este tipo de actos delictivos hace que muchas personas continúen realizándolos”, comentó el director general de Bomberos de Costa Rica, Héctor Chaves.
Dijo que el año pasado presentó un comportamiento atípico, pues la cantidad se triplicó con respecto al 2023.
“Resulta importante ahora que estamos iniciando la temporada de incendios hacer un llamado a la población para evitar el uso de fuego de forma innecesaria y abstenerse de condiciones típicas como la limpieza de los lotes o bien la gente hace un fuego en el patio, se sale del control y eso los produce”, señaló.
El máster en Derecho Ambiental, Álvaro Sagot, explicó que, si bien existe una ley forestal que condena hasta con tres años el delito, no existen mecanismos claros para hallar culpable a quienes ocasionan estos hechos.
“Hay delitos en materia de incendios de este tipo que son dolosos, en los que ha habido intención de parte de la persona de hacer esa quema que luego trasciende a un incendio. Tratar de demostrar quién fue el que lo hizo es en la mayoría de los casos incierto”, apuntó.
El abogado sugiere que las quemas no solo conllevan pérdida de material boscoso, sino que produce gases nocivos para el planeta y la muerte de biodiversidad de la zona, generando un impacto ambiental negativo.