1. Los estudios son claros en señalar que las dimensiones del pene no guardan relación con el deleite sexual en la mujer.
2. Existen diferencias muy marcadas entre la respuesta sexual de la mujer y la del hombre. Para el varón la penetración es el plato estelar del deleite sexual, mientras que para la mujer la mayor gratificación sexual reside en los besos, abrazos y caricias sexuales.
3. Se tiende a creer equivocadamente que los órganos genitales tanto en el hombre como en la mujer tienen, normalmente, un mal olor. En realidad, el olor desagradable en estas zonas nos habla de la presencia de un proceso infeccioso que puede ser tratado y que debe ser motivo de consulta.
4. Los medicamentos para la erección devuelven las erecciones normales, pero no producen “supererecciones”. Si una persona sin problemas sexuales la consume no notará diferencia y si observa que la erección mejora esto nos habla de que tiene un problema de erección que probablemente no había notado.
5. La sexualidad no se pierde con la edad, en el hombre el deseo sexual, la erección y la eyaculación se mantienen a lo largo de toda la vida. En algunas mujeres suele ocurrir un descenso con la menopausia, pero, una vez instaurado el tratamiento, la sexualidad vuelve para siempre.
6. Aun cuando la tradición afirma que la mujer al momento de su primera relación sexual sangra y experimenta un considerable dolor, en realidad la mayoría no experimentan estas sensaciones más allá de una leve molestia.
7. La menstruación no debe ser dolorosa, a lo sumo una leve pesadez, la presencia de dolor severo, incapacitante, asociado de desmayos, mal estado general, o palidez no es normal y debe ser motivo de consulta.
8. Las enfermedades venéreas con frecuencia no generan molestias, de tal forma que la persona infectada no consulta, porque no se percata que ha sido infectado con el consecuente riesgo de que la infección avance y dañe al organismo, además que estas personas, como no saben que han sido infectadas, contagian a sus parejas sin saberlo.
9. El Papanicolaou es una prueba extraordinaria para detectar cáncer en el cuello de la matriz, sin embargo, no fue diseñada para detectar enfermedades venéreas de tal forma que una mujer puede y suele tener el Papanicolaou normal aun cuando tenga infecciones como el VIH/SIDA, sífilis, entre muchas otras.
10. Durante el acto sexual, el hombre experimenta una etapa llamada periodo refractario, en la cual el pene pierde la erección una vez que ha salido el semen lo que impide una segunda relación sexual. Este periodo dura entre 10 a 30 minutos, después del cual se recupera la capacidad de tener una nueva erección y por ende una nueva relación sexual.
11. Pasar largos periodos sin tener relaciones sexuales no afecta al organismo, pero predispone a que al reiniciar la vida sexual el varón tenga eyaculaciones rápidas, muchas veces, apenas penetra, esto nos habla de la importancia de la vida sexual periódica para tener un adecuado rendimiento sexual.
12. El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en la mujer, y hoy en día es considerado uno de los cánceres más temidos. Aun cuando en algunas mujeres se observa un factor hereditario, hoy se considera que uno de los factores más importantes en su génesis es el consumo de licor.