En lo que va de 2024, la Cruz Roja Costarricense (CRC) ya contabilizó 118 fallecimientos por accidentes acuáticos.
En los últimos tres años, la cantidad de muertes por estos accidentes no ha bajado de 100 por año, lo que evidencia una tendencia.
El último informe de la institución benemérita señala que, de las 118 personas fallecidas, 59 han sido en ríos, 30 en playas, 7 en lagos, 6 más en piscinas, 6 en mar adentro y 10 en otros tipos de localizaciones de agua.
Grupo Extra conversó con el rescatista de la Cruz Roja, Minyar Collado, quien comentó que estos accidentes se producen principalmente por la falta de información sobre la zona que se visita.
“Cuando una persona no conoce el riesgo del lugar en el que está ingresando, claramente esto los lleva a incurrir en una serie de situaciones en las que, cuando ya se dan cuenta, ya están inmersos en una situación bastante compleja”, indicó Collado.
¿Pero qué debería saber una persona cuando va a una playa o río?
El experto señaló que los visitantes desconocen en las playas qué es una corriente o corriente de resaca, y a pesar de que han escuchado sobre ellas o saben que existen, no logran identificarlas.
“En el tema de los ríos, que es un escenario muy distinto al que se vive en una playa, creemos que también hay una correlación, ya que al no saber si el río tiene probabilidades de tener una cabeza de agua por alguna represa o porque el río, por sí solo, ya es de alto riesgo y se utiliza para deportes acuáticos como el rafting”, citó.
Cambios climáticos afectan
Collado destacó que el cambio climático afecta considerablemente, ya que los oleajes y corrientes pueden llegar a aumentar.
“Al tener un río que normalmente uno puede utilizar de forma recreativa, aunque el río sea de muy bajo caudal, en cualquier momento puede llegar a representarnos un altísimo riesgo, por una cabeza de agua, y el aumento del volumen de agua de forma progresiva puede hacer que las personas queden aisladas o sean arrastradas”, agregó Collado.
Una persona no esté como turista, si está cerca de un río y existe un desbordamiento, también se provocará una emergencia.
¿Qué pasa con el alcohol y las drogas?
El cruzrojista menciona que las emergencias también se producen por ingerir bebidas alcohólicas o sustancias ilícitas, ya que estas hacen que las personas pierdan el conocimiento de dónde están y, aún más, la capacidad de reacción para alejarse ante una situación de riesgo.
Minyar Collado también explicó que el ingerir alimentos muy pesados y luego ingresar al agua provocaría que la sangre se desvíe a las extremidades, dificultando la digestión de los alimentos y, por ende, provocando malestares estomacales, vómitos y dificultad para respirar.
“Entonces, se habla de que tiene que esperar al menos 60 minutos para poder volver a ingresar. Esa es la explicación técnica, y los alimentos deberían ser muy livianos. Este es el motivo por el que a muchos de los profesionales que usted ve en este tipo de actividades se les proporciona ese tipo de alimentación: alimentos que son muy fáciles de ingerir, como mucha fruta, bastante líquida, y una buena hidratación, para poder volver a ingresar al agua en un lapso corto de tiempo”, recomendó.