Más de mil costarricenses de la zona de Rey Curré al sur del país marcharon en carretera y posteriormente tomaron posesión de 250 hectáreas de tierras que serán utilizadas para recuperarse de los estragos que les produjo la tormenta Nate.
En octubre del año 2017, el gobierno nacional calificó a la tormenta Nate como uno de los eventos catastróficos con mayores consecuencias en décadas.
Nate dejó daños en 20 mil hectáreas de caña de azúcar, 20 mil de café, 3 mil de arroz, 2 mil hectáreas de frijoles; en cuanto a infraestructura, 42 puentes quedaron destruidos y 499 tramos de carretera colapsaron.
Asimismo, el fenómeno ocasionó la muerte de 11 personas y 11.517 desplazados en 78 albergues.
No obstante, tras haber pasado casi un año del evento, más de 1.200 costarricenses reclaman el abandono de las autoridades y toman decisiones para salir del bache producto del olvido gubernamental.
PUEBLO
Ese es el caso de 1.200 pobladores de la comunidad de Yimba Calc, ubicada en Rey Curré de Buenos Aires de Puntarenas.
Este poblado de más de 250 familias sufrió el embate del paso de la tormenta y pese a las promesas y ofrecimientos, al día de hoy denuncian haber sido abandonados, situación que los motivó y en una decisión de la Asamblea General de las Poblaciones se procedió a tomar 250 hectáreas que reclaman por herencia ancestral.
“A raíz de la tormenta Nate que ocurrió el año anterior, y sumado al factor de la recuperación de terrenos indígenas, en mayo anterior la comunidad decidió recuperar el territorio y en cumplimiento del acuerdo de la Asamblea General y en cumplimiento de ese acuerdo, se toma la posesión de la finca”, manifestó el profesor José Leiva Cedeño.
ABANDONO
La recuperación de las tierras que serán utilizadas para los damnificados de la tormenta, incluida la construcción del nuevo colegio indígena, destruido por las lluvias, serán las prioridades en los nuevos terrenos, que fueron tomados tras una marcha por las principales calles de Rey Curré de la Zona Sur.
Estos costarricenses mencionaron al tema de la usurpación por años de las tierras que dicen les pertenecen, se suma el reclamo por el abandono del actual gobierno.
“Seguimos igual y con la misma preocupación de un tema de reubicación de unas 50 familias y el colegio indígena de la comunidad y a la espera de que el actual gobierno nos tome en cuenta con presupuestos que se han otorgado a los perjudicados por la tormenta”, indicó Leiva.
Los pobladores de la zona esperan que la entrega de las tierras se agilice y se brinden posibilidades de superar los estragos de Nate a 1.200 habitantes en el sur del país.