Guayaquil. (AFP)- Una fuerza combinada de 1.000 policías y militares asumió el control de los exteriores y pabellones de la cárcel ecuatoriana de Guayaquil, donde murieron 68 reclusos en un brutal enfrentamiento el fin de semana, informó este martes la máxima autoridad penitenciaria.
La situación \”está controlada. Estamos haciendo las intervenciones dentro de los pabellones\”, dijo a la prensa Fausto Cobo, director del Servicio Nacional de Privados de Libertad (SNAI).
La fuerza pública había intervenido para asegurar el control externo y este martes completó la operación de ocupación de la cárcel, donde chocaron bandas vinculadas con el narco.
De momento no se reportan enfrentamientos, tampoco los presos han ejercido resistencia frente a la acción oficial.
Según Cobo, los militares y policías llegaron hasta las torres que tenían bajo control los presos en rebelión y que \”utilizaban para vigilar desde sus pabellones\”.
Al mismo tiempo ocuparon los pasillos o \”corredores de la muerte\” que conectan los pabellones de la prisión de Guayas 1, donde hay unos 8.500 presos y una sobrepoblación del 60%.
\”Estamos trabajando coordinadamente (…) En el borde interno está la presencia de policías y militares en tanquetas que permiten que se hagan las intervenciones dentro de los pabellones\”, explicó.
El gobierno decidió emplear a los militares y policías para tomar el control de la cárcel, donde el viernes los presos de un pabellón invadieron otro con armas de fuego, explosivos y machetes.
Los choques se extendieron hasta el sábado y dejaron 68 muertos y 25 heridos. Varías de las víctimas fueron mutiladas e incineradas en una acción que el gobierno calificó de \”barbarie\”.