La captura de un hombre de apellido Blanco, considerado el jefe de sicarios de Alejandro Arias Monge, alias “Diablo”, tardó poco más de un mes al ser escurridizo y cuidadoso en sus traslados.
Un contingente de oficiales de la Unidad Especial de Intervención (UEI) del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fuerza Pública sorprendió a Blanco en una humilde casa de madera y láminas de zinc ubicada en calle Los Solano, en Las Vueltas de Alegría, Siquirres.
Este sujeto tenía en su poder 1 carabina, 1 revólver, 1 pistola, 2 chalecos antibalas, 203 municiones de distintos calibres, 6 cargadores, 2 granadas de fragmentación y 1 dron utilizado para trabajos de inteligencia, verificar carros policiales o gente que no sea de su círculo de seguridad.
Según las autoridades este hombre, quien era considerado nómada porque no pasaba más de cuatro días en la misma casa, dormía con su pareja, una mujer de apellido Somarribas, quien bailó en el programa de televisión Combate, y un niño, mientras que en una pared colgaba un fusil de asalto AR-15.
Fuentes confidenciales agregaron a DIARIO EXTRA que Blanco cuenta con muy buena información, lamentablemente de terceros, inclusive de funcionarios públicos, que lo mantenían al tanto de cualquier actividad policial en la zona.
Durante la investigación y los seguimientos las autoridades ubicaron tres casas que alquila y se cree que compró 1 hectárea en la zona donde lo detuvieron, donde se sentía seguro y no creyó que lo detuvieran ahí porque es un lugar complicado por lo lejano.
DESCANSO A GUARDAESPALDAS
Cuando irrumpió la policía estaba dormido, se vio rodeado por los uniformados por si intentaba escapar. Los oficiales de observación tenían varios días en el lugar, estaban ubicados para no ser detectados.
Siempre andaba con cuatro guardaespaldas, era el jefe de sicarios de Diablo. La policía cree que abrió el perímetro de seguridad y les dijo a sus escoltas que fueran a descansar para tener privacidad con su pareja, quien lo visitaba cada 15 días.
Fuentes confidenciales informaron que Blanco tenía dos meses de habitar en esa vivienda y los vecinos no fueron contactados por las autoridades por temor a fuga de información. La investigación fue clasificada, por eso fue exitosa.
En la casa no había muchos muebles ni lujos, solo una cama pequeña. Era una casa de seguridad, ubicada en un punto estratégico para limitar la visibilidad hacia el interior, para que no vean placas de carros ni movimientos internos.
AYUDA DE EX OIJ
Uno de los investigadores que le siguen la pista a Diablo agregó que este cuenta con asesoría de un exagente judicial, por lo que tiene facilidad para conocer el sistema judicial y policial, el método de trabajo que emplea, por lo que se cuida con los celulares, los movimientos y la consulta de placas de vehículos.
La fuga de información ha sido constante, pues tiene gente infiltrada que advierte previamente de los trabajos policiales, se mueve muy cómodo por el Caribe en fincas extensas, caminos difíciles que se dura hasta dos horas para llegar a una casa y se mueve en lancha, motocicleta y carro.
Suele hacerlo con su grupo de confianza y lleva a cabo sus desplazamientos por sectores. Cuando se mueve en carro envía avanzadas para que le reporten si hay retenes policiales o carros extraños.
La policía desconoce si las granadas de fragmentación decomisadas a Blanco eran para defensa, asalto o atentado.
Según fuentes policiales, el grupo liderado por Diablo opera en diferentes zonas del país, donde se lleva a cabo la venta y distribución de drogas, y donde últimamente se registra la ejecución de personas que no quieren unirse a su clan.
Esta organización se financia con extorsión a locales comerciales, ventas de drogas, préstamos gota a gota, venta de lotería clandestina y robo de ganado.
Como si fuera poco, la Banda del Acetileno trabaja con el grupo de Diablo para seguir financiando sus operaciones delictivas.
PERIODISTA: Manuel Estrada
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Martes 05 Septiembre, 2023
HORA: 12:00 AM
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