El agua de rosas no solo se limita a beneficios estéticos, sino también terapéuticos relacionados con trastornos menores como irritación, hinchazón o dolor de garganta.
Originaria de Irán, el agua de rosas contiene de 10 a 50% de aceite de rosa, y diversos componentes como terpenos, glucósidos, flavonoides, broncodilatadores, anticonvulsivos, animicrobióticos y antinflamatorios, todos beneficiosos para la salud humana.
Entre sus propiedades se puede mencionar sus propiedades antioxidantes que ayudan a combatir la inflamación en el cuerpo.
Además,la ingestión de agua de rosas aumenta la absorción de hierro cuando se combina con alimentos como lentejas, tofu, espinacas y mariscos.
Su aplicación tópica tiene efectos antiinflamatorios y antioxidantes que pueden calmar el eczema, aliviar la rosácea y prevenir la descomposición del colágeno.
En el caso del cabello, el agua de rosas es rica en vitamina C, por lo que ayuda a estimular la función inmunitaria y a producir colágeno, una proteína esencial para una piel sana y para el crecimiento del cabello.
Otro de sus beneficios es la mejora en el estado de ánimo, de esta manera reduce los síntomas de la depresión, el estrés y el desánimo.