Diario Extra - 100 sismos anticipan erupción volcánica

La Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) así como los investigadores del Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori) se encuentran pendientes de la actividad que hay en este momento en el volcán Rincón de la Vieja, en Guanacaste.
Cyril Muller, investigador del Ovsicori, informó a DIARIO EXTRA que, antes de registrarse la actividad volcánica, al menos 100 sismos se captaron en el centro de monitoreo de esa entidad.“El volcán está en un periodo eruptivo desde diciembre, pero sobre todo esta semana fue un poquito más fuerte. Últimamente, en el último mes, dio signos de que iba a ser cada vez más fuerte, por ejemplo, un día antes de la erupción hubo muchos pequeños sismos, más de 100”, explicó el investigador.
Muller también acotó que existe rastro de mucho movimiento de fluidos dentro del volcán y eso era de esperarse por los sismos.
“Se sigue observando mucha actividad, hay una deformación, posiblemente va a seguir así por cierto tiempo, aunque es difícil dar fechas, pero se espera más erupciones de este tipo o más explosivas”, aseguró el experto.

LAHARES

El coloso registró una erupción volcánica cuya pluma de vapor, agua, gases y ceniza alcanzó los 3 mil metros de altura y, además, se reportaron lahares (material con agua, sedimentos) que bajaron por el río Pénjamo tras la explosión.
Desde el Ovsicori aseguran que en caso de que existan más erupciones se van a generar más de estos fenómenos, más caída de ceniza, aunque tampoco descartan que existan lapsos en que el volcán merme su intensidad eruptiva.

EN PELIGRO

Muller agrega que dichos lahares podrían convertirse en un peligro para las personas que habitan cerca del coloso guanacasteco.
“Cerca de los ríos que están por el volcán, principalmente al norte, es peligroso porque si el caudal sube va a traer coladas de lodo, roca y puede arrastrar todo lo que tenga al frente”, advirtió el investigador.
Para ejemplificar, el experto recordó lo que sucedió en Taras de Cartago, cuando el 10 de diciembre de 1963 el río Reventado lanzó dos cabezas de agua con barro, palos, y piedras que arrasaron con el puente del ferrocarril, producto de los lahares del volcán Irazú.
Esa tragedia dejó como resultado más de 400 casas devastadas y 7 pérdidas de vidas humanas.
“Esos lahares, si hay erupciones, se van al río y eso es un peligro”, finalizó Muller.