La hidratación en los animales es de vital importancia, por lo que además de darles agua, muchas personas optan por ofrecerles distintos tipos de frutas.
En este caso, las frutas deben formar parte de una dieta equilibrada, en un porcentaje de entre el 2% y el 5% de la ración diaria de comida de los perros, por tanto, una buena opción es utilizarlas como premios entre comidas.
Se puede brindar frutas como el plátano, el cual es una fuente de fibras insolubles que ayuda en casos de estreñimiento, sin embargo, la dosis debe de ser pequeña, ya que posee un alto porcentaje de fructosa.
Los Frutos rojos, como arándanos, frambuesas y fresas son las favoritas por su alto contenido en antioxidantes. El arándano es utilizado incluso como tratamiento coadyuvante en cistitis de repetición en la veterinaria integrativa.
La manzana es importante por la pectina a nivel intestinal y es un gran regulador, no obstante, se debe prestar atención y eliminar las semillas, ya que pueden ser tóxicas para los perros.
El melón y la sandía pueden ser consumidas pero siempre sin semillas. En este caso por su alto contenido en fructosa, los perros diabéticos o con obesidad no deben comerlas.
La Pera tiene un porcentaje del 80% de agua y uno de los minerales presentes en ella es el potasio, muy importante para favorecer la función cardiaca.
Las Naranja, mandarinas y limones son una fuente importante de fibra y vitamina C.
En caso de que la mascota presente cualquier tipo de patología, antes de darle alguna fruta es imprescindible consultar con un veterinario especialista en nutrición natural qué frutas le vendrían mejor y en qué cantidades.
