Soy un hombre divorciado de 35 años. Tuve una relación de pareja por 3 años y un día me harté y la dejé. Ella me reclamaba mi forma de vivir, porque sobre todo al final estaba muy pegado a las drogas y a la fiesta. Ahora he logrado alejarme de esos vicios, pero no he podido dejar de pensar en ella. He tenido novias, pero no me llenan, aun cuando son buenas muchachas. El problema es que la mujer que extraño ya se casó.
- Los sabios orientales postularon el concepto de que “la búsqueda de una pareja es la búsqueda de toda una vida”, y con ello querían decir que es muy difícil encontrar esa persona que calme nuestras ansias cotidianas, nos llene emocionalmente y nos haga sentir amor de verdad.
Muchos viven toda su vida sin encontrar ese verdadero amor, desde los que lo encuentran cuidan ese vínculo como un tesoro, pero están aquellos desdichados que por desdén lo dejan ir. En estos casos es casi cierto que por un tiempo, si no es por toda la vida, todo futuro amor va a saber a poco.
Es un relato común en nuestra sociedad que la adicción a sustancias como el licor y las drogas mayores acaben con muchos proyectos personales, sean de tipo laboral o emocional, entre ellos el vínculo de pareja, y desgraciadamente también con las relaciones padre-hijo. Por eso, siempre decimos que la relación con las drogas es una relación peligrosa, porque uno nunca sabe lo que le va a quitar en la vida.
Hay actos que no tienen marcha atrás, y parte de lo que tenemos que aprender cuando se deja “la vida loca”, es entender todo lo que perdimos en el nombre de una maldita adicción. Vendrán nuevos romances y tal vez surja uno que sea un amor del bueno. La idea es estar preparado para no dejarlo ir y así construir un proyecto de pareja estable y gratificante.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández, sexólogo
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Jueves 16 Marzo, 2023
HORA: 12:00 AM
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