Soy un hombre divorciado de 40 años. Yo me divorcié hace cuatro años y mi esposa quedó a cargo de nuestras dos hijas. La mayor ya tiene 13 años, y mi esposa la viste como si fuera una mujer. Le compra maquillaje, zapatos de tacón, y hace poco me di cuenta de que usa esas prendas íntimas que se llaman hilos. Si bien es cierto, que ella ya desarrolló, mentalmente sigue siendo una chiquilla, me da miedo que eso le afecte en su desarrollo mental.
- A pesar de que existen muchos grupos sociales que insisten en que se respete la juventud tanto de hombres como mujeres, existen en nuestra cultura una ideología incipiente que pretende abreviarles esta maravillosa etapa de la vida incrustándola de lleno en la vida adulta, para lo cual obviamente no están capacitadas.
Esa enorme presión cultural se vive en todos los estratos tanto sociales, económicos como académicos y ha inundado las diversas instituciones de nuestro país, de manera que la única forma viable de combatirla es en el seno familiar, y son muchas las familias que lo han logrado a través del empeño, la cohesión y el ejemplo.
Sin embargo, son muchas las parejas con hijos que están separadas y además de separadas distanciadas, sino es que enojadas al punto de que no se hablan ni siquiera para conversar sobre los hijos. En esas condiciones, es difícil que un padre o una madre puedan velar integralmente por el bienestar de los hijos, y es común que sucedan este tipo de situaciones. Sin lugar dudas todas estas conductas van en detrimento de la joven, que a los 13 años es una niña que está lidiando con los cambios psicosociales que implica la pubertad.
Por eso, el consejo sabio que dan los grandes maestros es hacer de lado las viejas diferencias entre las parejas separadas y lograr una tregua al menos en aquellos temas que competen a los hijos.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández, sexólogo
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Jueves 16 Febrero, 2023
HORA: 12:00 AM
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